Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- Después de 148 goles y 15 años, Bruno Marioni estaba cansado del futbol. Colgó los botines en el 2009 y se puso al volante de un automóvil de carreras. En las pistas ganó un campeonato, además de un subcampeonato, y pensó en nunca volver a estar cerca de un rectángulo verde.
Hasta que un día, mientras veía el televisor, se le ocurrió que podía dirigir. Viajó a Inglaterra, se acercó a su compatriota Mauricio Pochettino, estudio tres años y toma la oportunidad de estar en el banquillo de los Venados de Mérida, equipo que enfrenta a Chivas en la Copa Mx.
El amor por el futbol nunca se va, lo que pasa es que uno va sanando las heridas, los momentos difíciles van sanando y uno necesita volver a sentir esa presión, esa responsabilidad de estar en un campo. Uno quiere aportar esas experiencias que a uno le tocó vivir, es puntualmente eso, poder transmitir y devolver al futbol, en los dirigidos, todo el bagaje que uno ha tenido durante tantos años”, dijo Bruno Marioni, técnico de los Venados de Mérida.
Marioni se refugió en Argentina y abordo de un Fiat para en las pistas dejar en el recuerdo el título de Copa Libertadores, que ganó en el 2007 con Boca Juniors, además del campeonato de liga que conquistó con los Pumas.
Son un cúmulo de situaciones que uno lo va llevando a cansarse por estar tanto tiempo con tanta responsabilidad, con tanta presión en un mismo deporte. Era una acumulación de mucho tiempo dentro del futbol. Mi vida tomó un camino diferente durante este tiempo, estuve en Argentina, no tenía intenciones de dirigir. Cuando tomé la decisión lo encaré y cuando me sentí preparado empecé a buscar la oportunidad. Gracias a Dios llegó”.
Regresa como director técnico y su primer objetivo es ganar a Chivas.
Así nos reciben los ChivaHermanos de Mérida 👏👏🇦🇹 https://t.co/eeNKTMRojv
— CHIVAS (@Chivas) February 1, 2017
