Cuando un expresidente está molesto, es porque algo hizo mal. Calderón sabe cómo manejar un cartel, pero nunca supo gobernar la nación.
El Silencio.
Por David Vargas Araujo/Ciudad de México.- Para iniciar ¿Qué es un Narco Estado? Es un maridaje entre el narcotráfico y el Estado, donde las instituciones políticas y económicas son influenciadas y dominadas por la delincuencia organizada. En otras palabras, la distribución de la riqueza, se reparte entre el cártel del narcotráfico y el gobierno y sus funcionarios.
Con Calderón ya se hablaba de García Luna como el principal negociador y miembro del Cártel del Pacífico.
Sus operativos financieros y policiacos fueron Cárdenas Palomino y Pequeño García.
El Narco Estado funcionaba desde la Presidencia de la República hasta las presidencias municipales. Su funcionamiento es muy básico, caminan como si fuesen parte de la sociedad.
Nombran presidentes municipales, diputados locales, gobernadores, diputados federales, senadores y secretarios de gabinete tanto a nivel estatal como federal.
Esa relación íntima entre Narcotráfico y Estado logra penetrar a todo la estructura institucional, ´por lo que el Estado funciona de acuerdo a los dictámenes de los líderes de los grupos criminales.
La administración pública abre varios caminos, desde las inversiones de gran impacto nacional e internacional, como los proyectos productivos regionales y locales. Toda la política pública se basa en la superestructura y estructura del Estado. Está organizada y tiene su operatividad en todo el andamiaje político, económico y social de la nación.
Calderón, al tener esa vinculación institucional y criminal, sujetó su política neoliberal al desarrollo y protección de un cártel. Mientras, por otro lado, declaraba la guerra a ciertos grupos de la delincuencia, donde verdaderamente fue una guerra contra el pueblo. Más de 300 mil desaparecidos. Más de 200 mil asesinados.
La estrategia fue la subordinación del Estado al Narco. La seguridad del estado fue responsabilidad de capos de Cárteles. Mientras Calderón y García Luna asumieron la responsabilidad de no tocar el traslado de la droga hacia Estados Unidos.
La táctica fue la operatividad del narco a manos llenas de dólares, se amplió y diversificó en todo el territorio nacional. Para calderón fue dejar hacer y dejar pasar la cocaína de Colombia hacia la Unión Americana. Respaldado por el poder legislativo y judicial. La procuración de justicia en magistrados, jueces y ministerios públicos quedó bajo el mando criminal.
En el sexenio calderonista, las bolsas de millones de dólares fluyeron como río creciente, el dinero fácil estaba ahí, en la cocaína. La inversión del negocio creció en su entorno económico y político. No hubo desarrollo social ni bienestar para el pueblo.
Hoy el pataleo de Calderón, no es más que un enojo que no puede controlar, y esa molestia no es más que la desesperación de un expresidente hundido en el mar de la pandemia de la corrupción y de la impunidad. Quizás mañana, se considere un perseguido político, busque el exilio, porque es perseguido por una dictadura comunista que sólo el ve, o cuando sea detenido y encarcelado se considere un preso político.
El Narco Estado de Calderón se derrumba ante un gobierno que está transformando el país. AMLO al combatir la corrupción está pegándole al avispero de los políticos corruptos e impunes. Los nombres son muchos. Veremos cómo esa oposición de pies de barro, se caerá en mil pedazos, porque carece de liderazgo. No tienen el apoyo popular y ni la fuerza política para ser una oposición verdadera.
Calderón cuenta sus días con los dedos de su mano, diario tira veneno, y se envenena más, se le olvida que su Narco Estado respiraba cuando estaba con ellos. Pero los capítulos de su historia verdadera apenas se comienzan a leer. Sigamos leyendo y aprendiendo.