Agencias, Ciudad de México.- El gobierno colombiano matará a algunos hipopótamos de Pablo Escobar, el famoso narcotraficante que introdujo a estos animales en su hacienda privada en los años ochenta. La medida busca controlar la población de estos mamíferos, que se ha multiplicado sin control y que representa una amenaza para el ecosistema y la seguridad de las personas.
Los hipopótamos son los descendientes de cuatro ejemplares que Pablo Escobar, el líder del cartel de Medellín, trajo de África para su zoológico personal en la Hacienda Nápoles, ubicada en el departamento de Antioquia. Tras la muerte de Escobar en 1993, la mayoría de los animales fueron trasladados a otros lugares, pero los hipopótamos se quedaron en la propiedad, que fue abandonada por las autoridades.
Con el paso de los años, los hipopótamos se adaptaron al clima y a la vegetación de la zona, y se reprodujeron sin depredadores naturales. Algunos de ellos escaparon de la hacienda y se dispersaron por el río Magdalena, el más importante de Colombia. Según estimaciones oficiales, actualmente hay unos 166 hipopótamos en el país, y se espera que para 2035 sean más de mil si no se toman medidas al respecto.
Los hipopótamos son considerados una especie invasora, que altera el equilibrio ecológico y que compite con las especies nativas por el espacio y los recursos. Además, son animales muy territoriales y agresivos, que pueden atacar a las personas que se acercan a su hábitat. Por estas razones, el gobierno colombiano ha decidido implementar un plan de manejo para reducir el número de hipopótamos y evitar que sigan expandiéndose.
El plan de manejo de los hipopótamos de Pablo Escobar contempla tres estrategias: la esterilización, la reubicación y la eutanasia. La primera consiste en realizar intervenciones quirúrgicas a los animales para impedir que se reproduzcan. La segunda implica trasladar a algunos hipopótamos a otros países que estén dispuestos a recibirlos, como México, India o Filipinas. La tercera implica aplicar la muerte asistida a algunos ejemplares que no puedan ser esterilizados ni reubicados.
La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, anunció el inicio de la primera etapa del plan, que consiste en la esterilización de al menos 20 hipopótamos este año. Para ello, se cuenta con el apoyo de la corporación ambiental Cornare, que tiene experiencia en este tipo de procedimientos. Sin embargo, la esterilización de los hipopótamos es una tarea compleja y riesgosa, que implica capturar, sedar y operar a los animales, que pueden pesar hasta cuatro toneladas.
La ministra también informó que se aplicará la eutanasia a una parte de la población de hipopótamos, aunque no precisó el número ni la fecha. Esta medida ha generado controversia entre los defensores de los animales, que consideran que se trata de un acto de crueldad y que se deberían buscar alternativas más humanitarias. Sin embargo, la ministra argumentó que la eutanasia es una medida necesaria para proteger el medio ambiente y la vida humana, y que se hará de forma ética y responsable.
La reubicación de los hipopótamos es otra opción que se está explorando, pero que también presenta dificultades. Se requiere de la colaboración de otros países que tengan las condiciones adecuadas para albergar a estos animales, y que cuenten con los permisos y protocolos sanitarios necesarios. Además, se debe garantizar el bienestar de los hipopótamos durante el traslado, que puede ser estresante y traumático para ellos.
Los hipopótamos de Pablo Escobar son un legado del pasado violento y turbulento de Colombia, que se ha convertido en un problema ambiental y social. El gobierno colombiano ha decidido tomar cartas en el asunto y aplicar un plan de manejo para controlar la población de estos animales, que implica medidas drásticas como la esterilización, la reubicación y la eutanasia. Estas medidas han generado debate y polémica entre los distintos sectores de la sociedad, que tienen opiniones encontradas sobre el destino de los hipopótamos.
Con información de: Yahoo
