abril 18, 2022

El factor político de la felicidad

Por Erick Olivera Méndez/Ciudad de México.- La felicidad de la gente se ha convertido en los últimos años en un indicador que determina la viabilidad de las políticas públicas y el éxito o el fracaso en las relaciones sociales. Los índices anuales de la ONU que miden la felicidad de los ciudadanos en los diferentes países del mundo, han determinado inclusive la importancia política que puede alcanzar este indicador para la gobernabilidad de un Estado.

Gobernar ya no sólo depende de cifras macroeconómicas o de mantener el control del Producto Interno Bruto (PIB) de un país, aunque mantiene su carácter de importancia. La estadística en el ámbito político ya mide también el estado de ánimo de los ciudadanos y presiona la agenda de gobierno para satisfacer sus necesidades.

El bienestar emocional de las personas se ha convertido en uno de los indicadores que ya son parte de la estadística anual de 150 países integrantes de la ONU, cuyo organismo da a conocer a través del Informe Mundial de la Felicidad.

Uno de los reportes más esperados sobre el ranking de felicidad mundial fue el de 2021, en donde se evaluó el impacto de la pandemia de Covid-19. Qué efecto tuvo el virus y la enfermedad en la calidad de vida de las personas y de qué manera reaccionaron los gobiernos ante la contingencia en 2020, eran dos de los cuestionamientos clave del informe de la ONU.

La estadística se centra en el estado de ánimo de la gente y mide la calificación que le dan los entrevistados a su vida cotidiana en una escala de 1 a 10. Qué tanto disfrutaron en los últimos días o si experimentaron tristeza, enojo o algún tipo de preocupación.

El resultado derivó en que los retos más apremiantes de los gobiernos, en diferentes escalas y prioridades, fueron la inseguridad económica, el estrés y por los efectos de la pandemia, la salud física y mental.

Finlandia, Islandia, Dinamarca, Suiza, Holanda, Suecia, Alemania, Noruega, Nueva Zelanda y Australia, fueron los 10 países que se posicionaron como los más felices del mundo. En América México ocupó el sexto lugar por abajo de Brasil, Chile, Uruguay, Canadá y Estados Unidos, y en el ranking mundial, pasó del lugar 23 que ocupó entre 2017 y 2019, al sitio número 46 del informe.

Un año después las condiciones de la felicidad mundial no cambiaron mucho. Finlandia sigue siendo el país más feliz del mundo y México mantiene el lugar 46 del ranking, presionado por la pandemia y la crisis económica internacional derivada del conflicto en Ucrania.

El Informe Mundial de la Felicidad 2022 destaca una tendencia, aunque moderada, en un aumento del estrés y la tristeza en la mayoría de los 150 países de donde obtuvo las estadísticas la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, el organismo que elabora el reporte.

La ONU lleva 10 años evaluando encuestas y variables para la elaboración del Informe Mundial de la Felicidad, un interesante recordatorio anual de que los gobiernos deberán prestar más atención a las políticas públicas que deriven en la dicha de las personas y contribuyan a la solidaridad entre la población.

La generación de riqueza y su justa distribución, la garantía de salud pública universal, las condiciones para tomar decisiones en libertad y el combate a la inseguridad y la corrupción, son algunos de los más importantes indicadores que los gobiernos del mundo tendrían que garantizar para contribuir al bienestar social.

Ahí radican las nuevas formas de gobernabilidad, en la capacidad que tengan los gobiernos y sus dirigentes en obtener el respaldo y la confianza de la gente. La política se trata cada vez menos de saber exclusivamente cómo obtener el poder, sino de cómo conservarlo garantizando la felicidad de un pueblo.

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