Agencias/Ciudad de México.- Perú calculó que más de 200 organizaciones criminales operan en la capital y son causantes de que el país sudamericano viva una ola de violencia que ha dejado más de 120 muertos y al menos 26 ataques con explosivos en lo que va del año.

“En Lima Norte tenemos 70 organizaciones criminales que están disputándose un control territorial, en Lima Este más de 100, en Lima Oeste un número similar. Si estamos hablando de la ciudad de Lima, la policía ha identificado más de 200 organizaciones criminales”, dijo en conferencia de prensa el ministro del Interior Juan Santiváñez. En Lima viven 10 millones de personas, casi un tercio de los que habitan en todo el país.

Esta es la primera vez que el gobierno da una cifra de bandas delincuenciales operando en Lima. Las declaraciones del ministro del Interior ocurren un día después de que el primer ministro Gustavo Adrianzén admitió ante la prensa que Perú sufre una “ola criminal” y que los delincuentes a veces desbordan el “control policial”.

La presidenta Dina Boluarte también ha reconocido en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, que la criminalidad organizada no se puede vencer “de la noche a la mañana”.

Según la policía, las bandas cambian de rubro y de nombre con la finalidad de no ser rastreadas. “Unos se hacen llamar los Injertos, luego se hacen llamar Los Dinamiteros, luego se hacen llamar Los Deza, después se hacen llamar Los Mexicanos… parecen que hubiera como 40 bandas criminales pero en realidad son grupos que nosotros ya lo tenemos rastreados”, dijo la víspera en conferencia de prensa Franco Moreno, jefe de la División de Investigación de Secuestros.

Criminales explotaron una carga de dinamita en la sede de la fiscalía en la región La Libertad, en el primer ataque con explosivos a una institución pública en años. Una granada fue desactivada por la policía frente a una cárcel de Lima junto a un manuscrito en el que delincuentes amenazaban con explotar la prisión si las autoridades no frenaban los abusos de un reo.

La policía informó que desde inicios de año hasta el 21 de enero hubo 123 asesinatos con armas de fuego y los medios locales contabilizaron al menos 26 ataques con explosivos.

Según la policía la extorsión se ha quintuplicado entre 2021 y 2023. En 2021 se presentaron 4,119 denuncias por ese delito y en 2023 unas 19,401.

El jefe policial Víctor Zanabria indicó la semana pasada a la prensa que algunos policías han comenzado a vestir chalecos antibalas por temor a la delincuencia y que en 2024 hubo 23 policías asesinados.

El ministro del Interior, Juan José Santiváñez, respondió a las críticas de aquellos que habían advertido que la creciente ola de criminalidad en el país podría llevar a una situación similar a la de naciones como México o Colombia, donde los patrones de violencia han sido alarmantes. Santiváñez destacó que su gestión está realizando un trabajo “arduo” para evitar que el país alcance las preocupantes cifras registradas en esos países latinoamericanos.

En conferencia de prensa, el titular del Ministerio del Interior proporcionó detalles sobre las acciones implementadas por su sector, especialmente tras el atentado a la sede del Ministerio Público en Trujillo y otros hechos relacionados con el aumento de la criminalidad en el país. Además, aprovechó la ocasión para responder a los “opinólogos” que han cuestionado su gestión al frente de la cartera encargada de la seguridad, comparando la situación en Perú con la de países como México y Colombia.

“Para que tengan una idea, en México mueren 100 personas diarias, y en Colombia, por si no lo saben, en 2024 se registraron 13,000 muertos. Así que no vengan a compararnos. Nosotros estamos haciendo un trabajo arduo, comprometido y con seriedad. No sean cuentacuentos”, afirmó Santiváñez.

Hasta 2023, la población de México era de 129.7 millones y la de Colombia de 52.6 millones, en comparación con los 34.35 millones de Perú. Aunque el ministro comparó la criminalidad de Perú con la de esos países, no parece tener en cuenta que su mayor densidad poblacional influye directamente en la magnitud de la violencia.

Juan José Santiváñez sugirió que la criminalidad en Perú aún no alcanza los niveles de violencia registrados en países como México y Colombia. Sin embargo, las alarmantes cifras de homicidios en estas naciones, a pesar de sus diferencias en densidad poblacional, muestran una creciente ola de violencia en la región que no debe ser subestimada.

En 2024, México registró 30,057 homicidios dolosos, lo que reflejó un incremento del 1.2% en comparación con el año anterior, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). En Colombia, aunque se observó una disminución de las muertes violentas, con 13,341 homicidios reportados por la Policía Nacional, la cifra sigue siendo considerable. Este fue el número más bajo registrado desde la pandemia.

En Perú, aunque los homicidios son menos que en los países mencionados, la situación no deja de ser alarmante. En 2024, se cometieron 2,011 homicidios, lo que representó un aumento del 30% en relación con el año anterior. Además, en los primeros 22 días de 2025 ya se han registrado 106 muertes violentas, lo que podría indicar que el país enfrenta un año igualmente o incluso más violento que el pasado.

Si bien nuestro país tiene una cifra de homicidios inferior, el aumento registrado en el último año refleja una tendencia preocupante que podría acercarse a los niveles de los países vecinos.

Durante su intervención, el ministro del Interior destacó el trabajo “comprometido” de su gestión ante la creciente problemática de la violencia, que ha cobrado la vida de varios peruanos. Aseguró que se han logrado capturas en Lima, Trujillo, Tambopata y Chancay, subrayando el esfuerzo desplegado en diversas regiones del país.

“Que no se diga que no se trabaja ni que no hay un plan. Otra cosa distinta es que no lo conozcan o no se hayan interesado en conocerlo”, afirmó, respondiendo a quienes cuestionan su administración.

Santiváñez respondió a las acusaciones de sus principales críticos, rechazando las opiniones de aquellos que, según él, “pasaron poco tiempo en el sector” y los calificó de “cuentacuentos” y “adalides de las fuentes de opinión”.

“Estamos realizando un trabajo arduo, desmedido y comprometido. Que no se les llame ‘cuentacuentos’ solo porque estuvieron un mes o mes y medio en el Estado y luego salieron por su incapacidad. Ahora, ellos se presentan como voceros y se autodenominan adalides de las fuentes de opinión. Antes de criticar a la Policía Nacional, que se informen mejor”, concluyó.

Un conductor de transporte público resultó herido de bala en un ataque perpetrado la noche del 23 de enero en el distrito de Chorrillos, Lima. El atentado ocurrió cuando el bus de la empresa Etusa, que cubre la ruta entre San Juan de Lurigancho y Chorrillos, transitaba por la intersección de la avenida Alameda Sur con Prolongación Huaylas. El ataque, atribuido a una presunta organización criminal dedicada al cobro de cupos, dejó al chofer con una herida de bala en el pecho, siendo trasladado de emergencia al hospital Casimiro Ulloa en Miraflores. Su estado de salud es reservado.

De acuerdo con el reporte del medio, el ataque fue ejecutado por dos sujetos que se desplazaban en una motocicleta. Los agresores interceptaron el vehículo y dispararon repetidamente contra la unidad, impactando tanto al conductor como a la parte frontal del bus, identificado con la placa F5V-736. La Policía Nacional del Perú (PNP) acordonó la zona para iniciar las investigaciones y dar con los responsables del atentado.

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