Agencia NCYT / InsurgentePress, Ciudad de México.- Se han encontrado por vez primera pruebas de la existencia de “escombros” planetarios rodeando a un sistema binario estelar (o semiestelar), parecido, por su condición binaria, al de Tatooine de La Guerra de las Galaxias, y que por eso coloquialmente se le llama así.
El equipo de Jay Farihi, del University College de Londres en el Reino Unido, y Boris Gänsicke, de la de Warwick en el mismo país, ha encontrado los restos de asteroides destrozados orbitando a esos dos astros del sistema denominado SDSS 1557, situado a unos 1.000 años-luz de distancia. Esta pareja está integrada por una enana blanca y una enana marrón.
Una enana blanca es el núcleo caliente y muerto que queda cuando una estrella similar al Sol expulsa sus capas exteriores a medida que muere. Una enana blanca es tremendamente densa, tanto como lo sería la Tierra si con su tamaño actual albergase toda la materia que hoy posee el Sol.
Una enana marrón es esencialmente una candidata a estrella que no ha logrado serlo, a pesar de haberse formado de una manera muy similar a como lo hacen las estrellas, a través del colapso gravitacional de una nube de gas y polvo, pero sin acumular masa suficiente como para poder provocar las reacciones de fusión nuclear que hacen que las estrellas brillen.
El descubrimiento es notable porque los “escombros” parecen ser rocosos y ello sugiere que podrían existir en el sistema planetas terrestres como Tatooine (el mundo natal de Luke Skywalker en la película La Guerra de las Galaxias). Por lo que se sabe, esa clase de “escombros” son el material de construcción sobrante del proceso de formación de planetas como la Tierra y Marte.
Con información de Amazings.
Un disco de “escombros” rocosos, dejados por el hipotético proceso de formación de planetas, rodea un sistema binario de astros masivos, integrado por una enana blanca y por una enana marrón. La enana blanca es el núcleo agotado de una estrella probablemente similar al Sol, mientras que la enana marrón solo es unas 60 veces más masiva que Júpiter. Los dos astros giran uno alrededor del otro en un periodo de poco más de dos horas. (Ilustración: Mark Garlick, UCL, University of Warwick and University of Sheffield).