Rodulfo Reyes
No hay un analista en Tabasco que tenga elementos para aventurar un resultado de los comicios para gobernador del 1 de julio. Ahora que si se cumple el sentir de los seguidores de Andrés Manuel López Obrador de que los tabasqueños van a votar ciegamente por todos los candidatos de Morena, aun por los que tienen pasado corrupto, entonces PRD y PRI ya no tienen nada qué hacer, aunque no hay ningún dato duro que apunte a esto.
Si el mismo número de paisanos que sufrague por el abanderado presidencial oriundo de Macuspana lo hace por Adán Augusto López Hernández, no habrá poder humano que contenga el tsunami que están blasonando en el equipo morenista.
En 2012 por primera vez fueron concurrentes los comicios por Los Pinos y la Quinta Grijalva. Entonces López Obrador se quedó con 647 mil papeletas (59.3 por ciento); el priísta Enrique Peña Nieto captó 346 mil (31.76 por ciento); y la panista Josefina Vázquez Mota 65 mil (5.9 por ciento).
En la misma votación el perredista Arturo Núñez Jiménez recibió 547 mil sufragios (50.41 por ciento); el priísta Jesús Alí de la Torre 466 mil (42.9 por ciento); y el panista Gerardo Priego Tapia 50 mil (4.6 por ciento).
Hace seis años que participó el Peje como figura principal, la carta local que apoyaba recibió nueve puntos porcentuales menos que él, esto es unos 100 mil votos.
Si se repite el escenario, el actual abanderado a la gubernatura de Morena obtendría nueve puntos menos, lo que no deja fuera de la competencia al perredista Gerardo Gaudiano Rovirosa ni a la priísta Georgina Trujillo Zentella.
Morena es fuerte por la figura de AMLO, pero adolece de estructura municipal: solo gobierna en Comalcalco, donde la inconformidad ciudadana es alta, debido a que se considera que el edil con licencia Javier May, candidato al Senado, le heredó la candidatura a sucederlo una persona allegada a él en más de una forma.
La participación de cuadros competitivos en el tricolor y en el negriamarillo (Gina y Gaudiano lograron la nominación sin competencia) acaba con el escenario de carro completo que están festinando en el partido de López Obrador.
En 2012 el tepetiteco participó con un contendiente a Plaza de Armas fuerte como Arturo Núñez, a quien se consideraba el político opositor más preparado para gobernar Tabasco (en el PRI Humberto Mayans Canabal ocupaba ese sitio), y que tenía las mejores relaciones en la capital del país para desempeñar un mejor papel.
Aun así el actual mandatario no consiguió el mismo número de papeletas que el Peje.
Ahora, para las próximas votaciones ¿Morena tiene un candidato igual de mediático que Núñez hace seis años?
VALORES ENTENDIDOS…
“SE CRITICA SIN recato al gobernante que se niega a comprar popularidad regalando dinero. Se critica a la compañera que trabaja con pasión y entrega sin pensar en los reflectores”, dijo el secretario de Gobierno, Gustavo Rosario Torres, durante la celebración cívica del 27 de febrero. Apuntó que si la política se vuelve ‘rehén de incapaces con iniciativa’, “abrimos la puerta a la complacencia y esta acentúa la mediocridad, promueve la ambición desmedida y convierte a la política en algo indigno”. El ex procurador agregó que en Tabasco “se ha vuelto un deporte cuestionar todo sin proponer soluciones”, y agregó que “con frecuencia no hay propuestas, no hay ejemplo, no hay madurez y de repente se lleva el ambiente de predicadores de las buenas costumbres que solo ven la paja en el ojo ajeno”.
