Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- Mediante el análisis de sedimentos marinos, se han identificado los patrones de lluvias en el Sahara durante el período del “Sahara Verde”, que duró unos seis mil años.
Lo que es ahora el desierto del Sahara fue hogar de cazadores-recolectores que vivían de los animales y plantas de las sabanas y praderas arboladas de la región, hace entre cinco mil y once mil años.
Era unas 10 veces más húmedo que en la actualidad. La precipitación anual en el Sahara hoy en día oscila desde 100 a 35 mm.
Aunque otras investigaciones ya habían identificado la existencia del período del Sahara Verde, el equipo de Jessica Tierney, de la Universidad de Arizona en Estados Unidos, ha logrado recopilar datos suficientes que le han permitido obtener por vez primera un registro continuado de la lluvia en la región. Este registro abarca hasta 25.000 años atrás.
Las evidencias arqueológicas muestran que los humanos ocuparon buena parte del Sahara durante el período húmedo, pero hubo un éxodo masivo de aquellos habitantes iniciales cuando el Sahara comenzó a volverse árido, hace alrededor de 8.000 años.
El registro de precipitaciones obtenido por Tierney y sus colegas muestra efectivamente un período de mil años, hace 8.000 años, durante el cual el Sahara se volvió mucho más seco. Ese periodo de desecación coincide con la partida de la gente. Parece pues evidente que el éxodo comenzó a raíz de que el agua comenzó a menguar.
Las personas que se establecieron más tarde en el Sahara, cuando esta región ya había dejado de ser verde y húmeda, eran diferentes: la mayoría criaban ganado. Ese período de sequía lo cambió todo, ya que incluso separa dos culturas diferentes.
Se sabe desde hace tiempo que el Sahara era mucho más verde en el pasado, pero en qué medida fue más húmedo o cuánto de él lo fue, son cuestiones para las que no ha habido respuestas convincentes. La situación puede que comience a cambiar a partir de ahora, gracias a nuevas técnicas y enfoques de investigación, como los empleados en el nuevo estudio.
El problema que con el Sahara se ha venido arrastrando desde hace tiempo es que, aunque los científicos pueden saber cosas del clima del pasado examinando sedimentos antiguos de lagos, en el Sahara todos se secaron hace mucho tiempo y sus sedimentos han sido esparcidos por el viento.
En vez de sedimentos lacustres, Tierney y sus colegas se valieron de núcleos de sedimentos marinos tomados frente a la cosa de África Occidental, en cuatro lugares diferentes. Esta estrategia ha sido la clave para obtener información fiable y reveladora.
Fuente: ScienceMag.