Agencias / Ciudad de México.- Los colores de la superficie y los reflejos de la luz estelar observados en los exoplanetas podrían ayudar a averiguar las posibilidades de la existencia de vida en ellos, sugiere un nuevo estudio.
Al analizar modelos climáticos y químicos previos, así como observaciones de otras estrellas y exoplanetas, investigadores desarrollaron métodos que ayudan determinar el clima de un planeta distante.
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— Steven Hudson (@itsstevenhudson) May 20, 2020
Según los astrónomos, la luz o los espectros que los telescopios ven desde la Tierra pueden convertirse efectivamente en un código para las condiciones atmosféricas de los planetas fuera de nuestro sistema solar.
“Observamos cómo las diferentes superficies planetarias en las zonas habitables de los sistemas solares distantes podrían afectar el clima de los exoplanetas”, explicó el científico planetario Jack Madden del Instituto Carl Sagan de la Universidad de Cornell.
Señaló que la luz reflejada en la superficie de los planetas juega un papel importante no solo en el clima general, sino también en el espectro detectable de planetas similares a la Tierra.
La clave de estos cálculos es el albedo de un planeta, es decir la cantidad de luz y radiación que refleja.
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La superficie, las condiciones atmosféricas, y la luz que llega al planeta desde su estrella más cercana contribuyen a su clima y determinan la probabilidad de vida.
De esta manera, el color de un exoplaneta debería proporcionarnos indicadores de cuán caliente o fría está la superficie, aunque no podamos medirla directamente.
“Dependiendo del tipo de estrella y del color primario del exoplaneta —o del albedo reflectante—, el color del planeta puede mitigar algo de la energía emitida por la estrella”, afirmó la astrónoma Lisa Kaltenegger del Instituto Carl Sagan.
“Lo que constituye la superficie de un exoplaneta, cuántas nubes rodean el planeta y el color del sol pueden cambiar el clima de un exoplaneta de manera significativa”, agregó.
Ahora, están en construcción el telescopio espacial James Webb y el telescopio Magallanes Gigante que podrán recoger los espectros de los exoplanetas atmosféricos mucho más fácilmente de lo que los astrónomos pueden hacerlo hoy en día. La nueva guía de colores debería ser útil en el análisis de estos datos.
“Nuestros resultados muestran que el uso de un albedo de superficie dependiente de la longitud de onda es crítico para modelar exoplanetas rocosos potencialmente habitables”, explican los investigadores en su trabajo.
De esta manera, los científicos podrían centrarse en los exoplanetas que tienen más probabilidades de albergar vida, señalan los autores.
La investigación ha sido publicada en el boletín mensual de la Real Sociedad Astronómica.
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— Prof. Abel Méndez (@ProfAbelMendez) May 19, 2020