XMM-Newton, que investiga el Universo más caliente mediante rayos X, es uno de los observatorios orbitales más longevos y productivos de Europa. Y ahora, gracias al trabajo en equipo y a la innovación técnica, está listo para seguir funcionando por mucho tiempo.
Lanzado hace 17 años, este telescopio de la ESA ha ayudado a científicos de todo el mundo a comprender algunos de los fenómenos más misteriosos del Universo, desde la formación de galaxias hasta lo que sucede dentro y fuera de los agujeros negros.
Con 3.800 kg de peso y 10 m de envergadura, XMM-Newton es el mayor satélite científico construido en Europa, y los espejos de su telescopio son los más sensibles que jamás se hayan desarrollado.
Aunque estaba previsto que funcionara unos diez años, este robusto observatorio ha sorprendido a todos al durar casi dos décadas sin mostrar signos de agotamiento.
Pero el éxito de XMM-Newton no se debe únicamente a la solidez del satélite, sino también a la estrecha colaboración entre el centro astronómico de la ESA en Madrid, España, y los controladores de la misión en el centro de operaciones de la ESA en Darmstadt, Alemania.
No obstante, para que la nave conserve la salud para llegar a la tercera década, el equipo debe seguir desarrollando y probando nuevas técnicas de control. Por ejemplo, un complejo cambio del sistema de control de la órbita ha permitido reducir casi a la mitad el consumo de combustible.
En primer lugar, para mantener el satélite XMM en órbita se necesitarán encendidos ocasionales de los propulsores, aproximadamente uno al día, y eso significa consumir combustible.
Como parte de este proceso, el equipo de control de vuelo volvió a la gran sala de control principal del centro de control de la misión en noviembre — por primera vez desde el lanzamiento en 1999— para llevar a cabo un apretado calendario de simulaciones durante cinco días. El equipo normalmente trabaja en una sala más pequeña y dedicada, que comparte con los equipos de las misiones Integral y Gaia.
Estas simulaciones permitieron comprobar los procedimientos utilizados para trasladar el combustible y reconfigurar el satélite XMM para que siga funcionando más allá de 2017.