Agencias/Ciudad de México.- El Inter vuelve a estar entre los grandes, en unas semifinales de Liga de Campeones tras 13 años alejado de ellas. Una hazaña con sabor argentino, gracias a los goles fundamentales de Lautaro y Correa, que certificaron el pase ante el Benfica (3-3, 5-3 resultado global) en un San Siro que albergará la eliminatoria de semifinales al completo, con un derbi de Milán histórico.

Con una idea muy clara de inicio de partido, guiado por el frenesí de un San Siro que jugó su propio partido, el Inter cumplió con su promesa de los días previos y jugó sin pensar en el resultado de la ida. Inzaghi mantuvo la presión alta y le metió la idea a sus jugadores de que todavía quedaba un mundo para llegar a las semis.

Después que Nicolo Barella abrió el marcador para el Inter, Fredrik Aursnes le dio un hilo de esperanza a Benfica al anotar poco antes del descanso. Pero los argentinos Lautaro Martínez y Joaquín Correa perforaron las redes en la segunda parte para encaminar al Inter a su primera semifinal desde que José Mourinho les condujo al triplete de la Liga de Campeones, Serie A y Copa Italia en 2010.

“Obviamente estoy contento, sobre todo por los chicos, porque éste es un logro importante e histórico”, valoró el técnico de los Nerazzurri, Simone Inzaghi. “Hemos recorrido un largo camino desde un grupo muy complicado”.

“Respecto a los goles, su delantero lo hizo muy bien en el segundo. En el tercero oímos un silbatazo y por eso varios jugadores se detuvieron. Desde luego, me habría gustado ganar 3-2, y estoy más decepcionado por los chicos, pero avanzamos a la semifinal y hubo ese silbatazo que oímos en la banca también… Habríamos merecido la victoria”.

El Inter, sin embargo, dejó escapar la ventaja de dos goles cuando Antonio Silva y Petar Musa anotaron en el tramo final para Benfica.

Los Nerazzurri chocarán contra el AC Milan para protagonizar el clásico della Madonnina en una semifinal europea. También se toparon en la semifinal de 2003. El Milan se impuso por los goles de visitantes y derrotó a la Juventus en la final.

El Milan alcanzó las semifinales el martes tras empatar 1-1 en su visita al Napoli, imponiéndose 2-1 en el global.

Tanto el Inter como Benfica se presentaron a San Siro golpeados por sus malos resultados.

El Inter apenas había ganado uno de sus últimos partidos en todas las competiciones — el duelo de ida en Lisboa. Benfica, en cambio, ha encadenado tres derrotas por primera vez desde la temporada 2018-19.

Los Nerazzurri había sido criticados por desperdiciar múltiples ocasiones de goles — apenas dos tantos con pelota en movimiento en sus últimos siete encuentros.

Pero abrieron el marcador en su primera ocasión, a los 14 minutos, cuando Barella esquivó la entrada de un rival y tiró una pared con Martínez antes de definir con un disparo combeado.

Un despiste defensivo permitió a Benfica enchufarse en la eliminatoria. A siete minutos del descanso, Aursnes le ganó las espaldas a Denzel Dumfries y cabeceó el centro de Rafa Silva desde la derecha.

Entonado por ese gol, Benfica apretó más pero el Inter se encargó de anotar a los 65 para dejar prácticamente sentenciado el pleito.

Henrikh Mkhitaryan mandó un pase desde la izquierda a Federico Dimarco, quien puso el balón en bandeja para que Martínez inflase la red al rematar a quemarropa.

No tuvo vértigo el conjunto local y, basándose en la solidez defensiva, atacó los puntos débiles del Benfica y minimizó sus peligros hasta que encontró recompensa. Siempre con un Dimarco incisivo, dispuesto a lanzarse a la aventura por el carril zurdo. Y siempre con un Lautaro bien colocado. El argentino embocó el centro de su compañero en el minuto 65 y provocó el terremoto en Milán, con un San Siro que empezó a botar de alegría, celebrando que volvía a estar entre los cuatro mejores.

Se unió a la fiesta un Correa que quiso reivindicarse con un golazo a falta de 12 minutos para el pitido final. Colocó el balón desde en la cepa del poste izquierdo de la meta defendida por Vlachodimos, que no llegó pese a su estirada. Le felicidad era ya incontenible en la grada San Siro, en el banquillo y en el césped. la semifinal ya era una realidad, algo que no impidió que el Benfica siguiera peleando.

De hecho, Neres se topó con la madera que hacía pocos minutos había sido aliada de Correa en la otra portería. Antonio Silva maquilló con un testarazo en el 86 y Musa evitó la derrota en el descuento.

Pero nada pudo empañar la fiesta, nada pudo evitar que el Inter alcanzara, merecidamente, las semifinales, dejando fuera a una de las revelaciones de la competición. Lautaro y Correa finalizaron el trabajo de la ida y devolvieron al Inter entre los grandes. Todo un ‘Derbi della Madonnina’, el derbi más bonito de Italia, decidirá que conjunto milanés viaja a Estambul.

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