Agencias/Ciudad de México.- El agua es un recurso sumamente importante y también muy delicado, ya que se puede contaminar con una facilidad impresionante. Cuando se habla de zonas de difícil acceso, la necesidad de cuidar el agua aumenta. Además se debe aprovechar el agua al máximo para no sufrir de escasez, por ello se han desarrollado tecnologías que permiten tratar el agua.
Antes de continuar es necesario dejar en claro las diferencias entre agua potable, agua tratada y agua purificada, el agua potable es aquella que ha pasado por procesos químicos que la hacen apta para labores de limpieza personal o del hogar o para el regado de tierra, pero no debe ser consumida por los humanos.
El agua purificada, por otra parte, es el agua que ha pasado por procesos de purificación como puede ser plata coloidal, yodo, incluso ósmosis inversa para lograr eliminar todos los residuos que podrían ser peligrosos para los humanos. Esta agua puede beberse y usarse también para labores de cocina.
El agua tratada, es a la que se le han removido contaminantes y materia orgánica, que puede ser utilizada para regar las plantas o para devolverse a la naturaleza, sin embargo no puede ser consumida por los seres humanos.
Biodigestor y su relación con el medio ambiente
Explicado lo anterior, es momento de conocer la tecnología de un biodigestor Rotoplas. Este es un sistema de saneamiento ideal para viviendas que no cuenten con servicio de drenaje en red, es una manera ecológica de deshacerse de los desechos fecales y obtener agua limpia en su lugar.
Este sistema está diseñado para recibir las aguas residuales domésticas. Dentro del biodigestor se realizarán una serie de tratamientos primarios (proceso anaerobio) del agua que darán como resultado dos productos, el primero será agua que puede ser reutilizada para labores de limpieza o para regar plantas y tierras.
El segundo producto que se puede obtener con un biodigestor es un abono natural que se puede usar para mejorar la calidad y nutrientes de las tierras. Esto es especialmente útil para hogares que se encuentran en zonas rurales de producción agrícolas ya que significará un ahorro en gastos de fertilizantes.
Reducción de la contaminación
No sólo se estará reutilizando el agua y los productos resultantes, también se estará apoyando a la ecología ya que, en zonas rurales es común que los desechos humanos se entierren. Esto, por supuesto, es un mal tratamiento de estos residuos y puede significar la contaminación del agua de los mantos acuíferos o de los pozos cercanos.
Otras ventajas
El costo de mantenimiento de un biodigestor también es nulo y su modo de empleo resulta sumamente sencillo, tan fácil como abrir la válvula de extracción de lodos.
El biodigestor es hermético e higiénico, construido en una sola pieza para evitar fugas, olores o agrietamientos. Lo que lo hace también seguro, evitando que los gases puedan salir del biodigestor.
Así pues, un biodigestor es una solución moderna y de bajo impacto ambiental, para los hogares que no cuentan con sistemas de drenaje.