Agencias/Ciudad de México.- La ayuda humanitaria a causa de sismos que han dejado unos 22 mil muertos empezó a llegar a Turquía, a diferencia de Siria, cuyo acceso derivado de la guerra y con su régimen sancionado por la comunidad internacional, es mucho más complicado.
La guerra destruyó hospitales y causó problemas en el suministro de electricidad y agua en Siria, pero la ONU solo puede enviar ayuda a las zonas rebeldes del noroeste a través del cruce de Bab al Hawa en la frontera con Turquía.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, exigió este viernes “un alto al fuego inmediato” en Siria para facilitar el suministro de ayuda para las víctimas de los sismos que devastaron parte del país.
“En este periodo terrible en Turquía y Siria, llamamos a la entrega urgente de asistencia a todos los que lo necesitan”, aseveró.
La guerra civil en Siria, que empezó en 2011, complica el acceso de la ayuda humanitaria, sobre todo a las zonas en manos de los rebeldes, en el noroeste del país.
De momento, el grueso de la ayuda destinada a esta zona viene de Turquía y debe pasar por el cruce de Bab al Hawa, el único punto de paso autorizado entre Siria y Turquía. Los daños causados por el sismo en las carreteras turcas complican el suministro.
La ONU ha pedido reiteradamente al régimen de Bashar al Asad que abra otros puntos de paso para acelerar las labores de rescate y asistencia a los millones de personas afectadas por los sismos, muchas de las cuales vivían ya en condiciones muy precarias antes del terremoto.
En tanto, el Presidente Bashar al Asad visitó este viernes a víctimas del sismo de Alepo, por primera vez desde cuando se produjo el terremoto.
Los medios oficiales sirios publicaron imágenes del Jefe de Estado, acompañado de su esposa Asma, visitando a víctimas en el hospital universitario en su primer desplazamiento a regiones afectadas por el sismo.