Texto Periódico Marca/Manchester.- El Barcelona conquistó por primera vez el Teatro de los Sueños en el mejor momento posible. La quinta fue la vencida para un equipo que acaricia las semifinales de la Champions League -algo que había olvidado después de caer las tres últimas ediciones en los cuartos de final- gracias a un autogol de Shaw. El defensa inglés desvió hacia su portería un cabezazo de Luis Suárez que buscaba a Coutinho en el segundo palo.
El camino hacia el triplete de los de Valverde superó con una superioridad insultante la prueba de Old Trafford. Es verdad que el Manchester consiguió remontar al PSG en París, pero al Barça esto no se le escapa. Los culés no son de especular y sus sueños están puestos en el Wanda Metropolitano. Una nota muy positiva que se puede sacar de este partido es el gran partido de Semedo y la aportación de un Coutinho cada vez mejor.
Desde el principio se vio la diferencia de calidad que hay entre un equipo y otro. Los primeros 20 minutos fueron un escándalo en cuanto a juego y posesión. Los de Solskjaer, con cinco atrás y con mucho miedo de inicio, se pasaron los minutos iniciales corriendo detrás del balón sin poder pasar apenas del centro del campo. Un pase en largo hacia Rashford que despejó Ter Stegen fue el único aviso de los locales antes de que llegara el 0-1. Era el minuto 11, Messi recibe un balón en el área centra y cabecea Luis Suárez hacia Coutinho, que estaba solo en el segundo palo. En el trayecto, el balón toca en el hombro de Shaw y acaba entrando en la portería de De Gea.
Un gol fuera de casa en un partido de ida de Champions es media eliminatoria y más si la vuelta es en un Camp Nou casi inexpugnable para sus rivales. El gol no cambió nada y el Barcelona seguía mandando. Un manotazo de Smalling en la cara de Messi acabó con el argentino sangrando por la nariz dando un buen susto al banquillo azulgrana ante la posibilidad de que tuviera que abandonar el partido. No fue así para alivio de Valverde y todo volvió a la normalidad. Una normalidad que estuvo a punto de convertirse en el 0-2 gracias a un disparo de Coutinho que detuvo De Gea con el pie.
Lo mejor del Manchester en el primer periodo fue un no remate de Dalot en muy buena posición y con Ter Stegen fuera de su sitio en el que el portugués centró cuando tenía la puerta medio descubierta. En el vestuario Valverde seguro que avisó a Busquets que tuviera cuidado con las faltas. Tenía amarilla y realizó otras dos faltas que ponían en peligro su continuidad sobre el campo.
Sólo con casta
En la segunda mitad el Manchester salió con otro talante. Dominaba más, pero tirando de casta y sólo con eso no se le gana al Barça. Al Huddersfield seguro que sí, pero no al Barça. Ni Lukaku ni Rashford estuvieron nunca cómodos y Pogba solo contra todos tampoco podía. El balón parado, por eso de medirse a un conjunto inglés, podía poner en peligro el 0-1 del Barcelona pero tampoco esa fue una opción.
El Barça no tenía tanta posesión pero no sufría y Luis Suárez, con un remate al lateral de la red, y Jordi Alba, con un remate bajo que sacó De Gea con el pie tuvieron cerca el 0-2. Valverde sacó a Arturo Vidal y Sergi Roberto a falta de 20 minutos buscando que el equipo recuperara algo la posesión y evitar sustos en los últimos minutos. Y así fue. Los azulgranas recuperaron el mando aprovechando también que los cambios del United no surtieron efecto y apenas pasaron apuros hasta el final ante un Manchester que no tiró ni una vez entre los tres palos en todo el partido. Messi, que pudo marcar en una falta que lanzó por debajo de la barrera y que paró De Gea, dijo que este año toca Orejona y va bien encaminado.