Insurgente Press, Ciudad de México.- En un intento por contener la caída del peso ante el dólar y en medio de una masiva movilización de maestros y universitarios, el Banco Central de Argentina subió este jueves de 45 a 60 por ciento la tasa de interés, que casi triplica la de Venezuela y alcanza el nivel más alto del mundo.
Los mercados argentinos vivieron una jornada muy volátil y de fuertes incrementos luego de que la corrida de cambio monetario cerró en 39.87 pesos por dólar, aunque alcanzó los 42 en varias casas de cambio, lo que marcó la peor depreciación de moneda en el mundo, pese a que había abierto en 34.50 por dólar.
Con el objetivo de contener la depreciación, el Banco Central también elevó a 5 puntos porcentuales los encajes bancarios y vendió 330 millones en los últimos minutos de operación. Antes de esta nueva estrategia, la entidad bancaria ya había vendido mil 40 millones de dólares para estabilizar la moneda. Al finalizar el mandato de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) el cambio era de 9.6 pesos por dólar.
El miércoles pasado el billete verde se cotizó en 34.60 pesos. En estos dos días acumuló una depreciación de casi 20 por ciento y de 53 por ciento en lo que va del año. Ante la fuerte devaluación se veía a personas comprar dólares en casas de cambio.
El portal de noticias Política Argentina informó que Venezuela tiene una tasa de interés de 20.8 por ciento, pero Argentina lo superaría por más del doble, luego de que la elevó a 60 por ciento.
También añadió que el 13 de agosto el riesgo país era de 746, pero después de estos dos días escaló y llegó a 780 puntos, en nuevo récord del gobierno argentino, arriba de África y sólo superado en el mundo por Venezuela.
Para la calificadora de riesgo Moody’s esta medida “es clara señal de que los planteamientos de política económica no han sido suficientes para contener las presiones financieras que enfrenta Argentina”.
El jefe de gabinete, Marcos Peña, aseguró que no habrá cambios en los altos mandos del sector financiero porque, a pesar de la depreciación histórica del peso, el país “no está frente a un fracaso”, informa la prensa local.
“Estamos confiados en que de esta crisis saldremos fortalecidos de todos los desequilibrios estructurales”, dijo Peña, luego de aclarar que el presidente Mauricio Macri “no está pensando” en cambiar al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien dijo que el próximo lunes el gobierno anunciará nuevas medidas para superar la inestabilidad.
“Se están preparando a detalle medidas complementarias para avanzar en la reducción del déficit para que sea menor a 1.3 por ciento”, añadió Dujovne en conferencia de prensa en la Casa Rosada.
Macri informó el pasado miércoles que acordó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) un anticipo para 2019 de los desembolsos previstos para 2020 y 2021 del préstamo stand-by firmado en junio por un monto de 50 mil millones de dólares, con la finalidad de alcanzar ese déficit.
La cifra fue pautada en un acuerdo por financiamiento que el gobierno cerró con el FMI en junio, y que ahora sería revisado ante el pedido de Argentina de que el organismo le adelante parte de los fondos para lidiar con la crisis que llevó a la caída del peso.
El ministro de Hacienda indicó que la noche del lunes viajará a Washington para negociar los detalles del nuevo acuerdo con el organismo internacional, ante el nuevo panorama económico.
Christine Lagarde, directora general del FMI, reiteró en un comunicado su respaldo al gobierno argentino, pero aclaró que esa modificación del cronograma de desembolsos debe ser estudiada y aprobada por el organismo financiero internacional.
En tanto, miles de docentes y estudiantes de universidades públicas se movilizaron en el centro de Buenos Aires en protesta por los bajos salarios y el ajuste presupuestario aplicado por Macri, en un conflicto que mantiene suspendidas las clases desde hace cuatro semanas y para el cual no se avizora una solución inmediata.
La gran marcha universitaria, que también contó con la adhesión de sindicatos docentes, organizaciones sociales y partidos de oposición, comenzó frente al Congreso y concluyó en la Plaza de Mayo, frente a la casa de gobierno.
La jornada en defensa de la educación pública viene precedida de huelgas de cuatro semanas en 57 universidades, la toma de instalaciones educativas y la impartición de clases en la vía pública. Un centenar de colegios preuniversitarios se han plegado a las medidas de fuerza contra el drástico ajuste aplicado por Macri en distintas áreas del Estado.
La agencia Dpa reportó que movilizaciones similares ocurrieron en otras ciudades, aunque no precisó cuáles.
Por la noche, las protestas en Buenos Aires y otras provincias derivaron en múltiples cacerolazos en rechazo a las políticas gubernamentales para enfrentar la crisis.
Con información de La Jornada.