Agencias/Ciudad de México.- El Gobierno de Estados Unidos insiste en que tiene derecho a exportar maíz transgénico a México como parte del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), pese a que el país latinoamericano argumenta que ese producto puede poner en riesgo la salud humana.
Recientemente, Washington respondió a México ante las limitación de las importaciones de maíz genéticamente modificado por parte de la Administración de López Obrador, y consideró que las razones esgrimidas por su socio comercial no tienen sustento científico.
De acuerdo con un reporte de El País, altos funcionarios del Gobierno de Biden consideran que la prohibición de México sobre las importaciones de maíz transgénico para su uso en masa y tortillas para consumo humano no tiene base científica y viola los compromisos del TMEC.
México ha citado una gran cantidad de artículos científicos en un intento de encontrar alguna base para justificar su prohibición a la importación de ese producto estadounidense. Sin embargo, Washington afirma que los artículos son, en gran medida, irrelevantes para evaluar las medidas en la controversia y no demuestran los supuestos riesgos para la vida o la salud humana, animal o vegetal, como sostiene México.
“México hace referencia a evitar que las variedades nativas de maíz y las tradiciones gastronómicas sean desplazadas por las importaciones de maíz genéticamente modificado, pero no explica más para que el panel o Estados Unidos puedan entender cuál es exactamente el interés alegado y la amenaza percibida”, se lee en la respuesta de Estados Unidos a la prohibición de México.
El 13 de febrero de 2023, el Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, emitió un decreto final que prohíbe el uso del maíz genéticamente modificado para consumo humano. Esta decisión despertó tensiones con Estados Unidos, pues dejará de participar en un mercado que está contemplado en el T-MEC.
Según el decreto, se informó que por medio de la Constitución Política del país, se “reconoce el derecho humano a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, a la protección de la salud y a un medio ambiente sano para el desarrollo y bienestar de las personas, y establece la responsabilidad del Estado de promover, respetar, proteger y garantizar estos derechos”.
Igualmente, el documento insta a que todas las entidades que hacen parte de la Administración Pública Federal, deban abstenerse del “uso, adquisición, distribución, promoción e importación” del producto químico conocido como glifosato, y recomendando que la sustitución se haga con productos amables para el medio ambiente.
No obstante, el grano podrá ser utilizado para la alimentación de animales y el procesamiento industrial de alimentos para consumo humano, como refrescos, frituras y cereales, entre otros.
Desde agosto pasado, Canadá se sumó a las acusaciones de Estados Unidos contra de México, que aseguran que el país latinoamericano violó el T-MEC al prohibir el maíz transgénico para consumo humano, por lo que Ottawa apoyará la disputa iniciada por Washington contra su socio.
“Canadá cree que las medidas adoptadas por México no están apoyadas por la ciencia y potencialmente pueden alterar de forma innecesaria el comercio en el mercado norteamericano”, aseguró el país norteamericano en un comunicado para justificar su decisión.