Primera Parte
Por Raúl Caraveo/Ciudad de México.- Es difícil comentar sin herir susceptibilidades, escribir de manera cruda sobre la realidad es un ejercicio complejo más aún si esta opinión es puesta de manifiesto al público por medios de comunicación de gran alcance sean impresos o digitales.
La situación que hoy vivimos en Quintana Roo se antoja compleja; quienes tenemos varias décadas de radicar aquí podemos ver comparativamente desde cuando llegamos en edad joven y plena de productividad a los meses y años recientes, un increíble avance de la inseguridad y violencia en todos los rubros. Antes ni siguiera había una sección de nota roja diariamente, los periódicos impresos consignaban casos aislados cada tres días –en promedio- los estragos de una incipiente delincuencia. Los años pasaron y el paraíso que representaban ciudades como Cozumel, Playa del Carmen, Chetumal y Cancún donde se vivía en paz y tranquilidad se esfumó. Si ¡aquella realidad voló!
Los políticos de hoy son lo mismo que los de antes, sus respuestas idénticas; carecen de un discurso creíble, objetivo, realista que refleje la atención al problema de la inseguridad. Pueden remitirnos a casos sobre estudios de percepción de inseguridad por algún estudio estadístico de una casa encuestadora amañada y de dudosa veracidad; pueden decir que estamos por debajo de la media nacional (ridícula interpretación) o que han venido a la baja determinados delitos, que si algunos son de género o de venganzas entre pandillas; que se trata de campañas para desacreditarlos (¿’?) en fin, tienen más salidas que el metro Pino Suárez, nada justifica ni convence.
Mientras hacen campañas a modo adelantandotiempos electorales de manera inverosímil con la desesperación de mantener el control político, los ciudadanos nos volteamos a ver incrédulos de la realidad, es más importante controlar políticamente todo, absolutamente todo, el movimiento de las palmeras, la velocidad del viento y la alcalinidad de las albercas; la operación política se reduce a controlarlo todo, si absolutamente todo. Perdón, pero solo una cosa no –solo una cosa no- … El ciudadano lo ve y lo percibe, muchos lo sufren, la inseguridad y violencia en todas sus modalidades no parece controlable o quizá no está en la agenda de lo más importante para estas administraciones.
En qué punto de la lucha por el poder se perdió la orientación, cuándo resulto más importante retener el poder absoluto de todas las coordenadas que dar solución a la principal demanda de los gobernados.
Hasta hace dos meses la potente imagen de López Obrador podría cubrir y salvar a algunos políticos, hoy ya no; el efecto Amlo se esfumó y los desvaneos, mareos y zigzagueos de los jóvenes políticos y oportunistas queda al amparo de su sola sombra. Triste papel. ¿Quién dirige a Morena en Quintana Roo? ¿Quiénes son los responsables del incremento de la inseguridad?
*Raúl Caraveo Toledo es licenciado en ciencia política por la UAM, ex catedrático de las Facultades de Psicología y de la Facultad Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, Corresponsal en México de La Prensa de Chicago, EEUU, escribe para Chicago, Illinois en y www.vocesmigrantes.us y en México para www.insurgentepress.com.