Redacción
Washington, EU, 10 febrero 2017.-Para los tres jueces del Noveno Tribunal Federal de Apelaciones, el gobierno no explicó por qué la prohibición de Donald Trump apuntaba contra una amenaza de seguridad nacional urgente y por qué era necesario levantar la suspensión temporal.
Los abogados que representan a la Casa Blanca insistieron en que la prohibición se daba en “ejercicio legal” de la autoridad presidencial.
Y no convencieron: los jueces rechazaron este jueves por unanimidad levantar la suspensión judicial a la orden ejecutiva del presidente estadounidense que vetaba la entrada a refugiados por 120 días y por 90 días a ciudadanos de Iraq, Siria, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, países donde la mayoría profesa la fe musulmana.
Es decir, desestimaron la apelación del Departamento de Justicia contra la suspensión del decreto de Trump impuesta por el juez federal James Robart.
Y Trump no tardó en responder, y lo hizo inicialmente en Twitter: “Nos vemos en la corte. ¡Está en juego la seguridad de la nación!”.
La prohibición, dictada por Trump el pasado 27 de enero, provocó protestas masivas y confusión en los aeropuertos estadounidenses.
Hubo otras manifestaciones el sábado en Washington, Miami y otras ciudades de Estados Unidos, así como en varias capitales europeas, mientras los partidarios del presidente organizaron algunas contraprotestas. De acuerdo con datos del gobierno, unas 60 mil personas se vieron afectadas.
Fue entonces cuando el estado de Washington presentó la demanda que llevó al juez Robart a decretar la suspensión temporal de la vigencia de la orden presidencial. Y entonces vino la apelación del Departamento de Justicia resuelta este jueves.
Mientras los letrados de la Casa Blancia insistieron en que es competencia del presidente decidir si se veta la entrada a ciudadanos de un país por interés de seguridad nacional, los de los estados de Washington y Minesota, que se oponen a la orden ejecutiva, alegaron que el veto daña a individuos, negocios y universidades.
Además defendieron que se trata de una forma de prohibición a la entrada de musulmanes, como había prometido Trump en campaña, discriminación por razón de religión que va contra la Constitución de Estados Unidos.
Los jueces descartaron que la orden estuviera motivada por temor a acciones terroristas al tiempo que pusieron en duda el argumento de que estuviera orientada a musulmanes por razón de su religión.
“Por un lado, el público tiene un poderoso interés en la seguridad nacional y en la capacidad de un presidente electo para promulgar políticas”, dijeron los jueces en su fallo. “Y por otro lado, el público también tiene interés en la libre circulación al viajar, en evitar la separación de las familias y en la no discriminación”.
Donald Trump insiste: “Vamos a ganar el caso”
El presidente Trump dijo más tarde a los periodistas que se agolparon fuera de la oficina de su secretario de prensa: “Los veremos en los tribunales. Es una decisión política”, criticó el mandatario. “Es sólo una decisión en contra, pero vamos a ganar el caso”.
El gobierno de Trump asegura que el veto migratorio era esencial para mantener fuera del país a militantes del autodenominado Estado Islámico y Al Qaeda. Por su parte, el Fiscal General de Washington, Bob Ferguson, respondió al tuit de Trump: “Lo hemos visto en tribunales dos veces. Estamos dos a dos”.
¿Y qué pasa ahora?
El gobierno de Trump tiene dos alternativas para hacer un nuevo reclamo y lograr que su veto pueda volver a ser efectivo.
“Puede presentar una apelación a la Corte Suprema de Justicia y pedir que se deshaga esta orden de restricción temporal a la espera del juicio”, explicó Sam Erman, experto jurista de la Universidad del Sur de California (USC).
“O puede seguir acumulando más evidencia en tribunales menores y respetar la orden temporal de restricción por ahora para luego empezar a convencer a la corte” de que el fallo debe ser contrario.
Si el gobierno decide presentar más pruebas en los tribunales menores podría tener demoras. “Juntar evidencia toma tiempo pero las cortes pueden demandar a las dos partes que se muevan rápido para resolver un caso”, agregó Erman.
Pero si opta por recurrir a la Corte Suprema para apelar, el gobierno de Trump puede presentar una “moción de emergencia” que puede tener un resultado en un muy corto plazo, incluso “podría votarse en pocos días”, añadió el especialista.
Preguntada por periodistas, Kellyanne Conway, una de las principales asesoras de Trump, no quiso responder si el gobierno optará por acudir a la Corte Suprema. “No puedo comentar eso… (el presidente Trump) se va a reunir con los abogados para tomar una decisión”.
Una apelación en la Corte Suprema parece ser la opción más probable. En el caso de que el gobierno de Estados Unidos presente la apelación en la Corte Suprema y esta arroje un resultado de empate (4-4), “la decisión del Tribunal de Apelaciones queda firme y es como que la Corte Suprema nunca hizo nada en el caso”, aclaró Erman. (Con información de la BBC).