De Primera Mano/Por Rodulfo Reyes/Villahermosa.- La batida de la llamada ‘Cuarta transformación’ en contra del primer círculo del expresidente Enrique Peña Nieto mete en un serio problema al gobernador Adán Augusto López Hernández por la omisión en el expediente de corrupción de su antecesor Arturo Núñez Jiménez, quien ya ha sido exonerado por el mandatario Andrés Manuel López Obrador.
Como antecedente para entender esta afirmación debe establecerse que el pasado 23 de agosto, en su rueda de prensa matutina ofrecida en la 30 Zona Militar de Villahermosa, el jefe del Ejecutivo federal aseveró que no se iba a perseguir judicialmente al esposo de Martha Lilia López Aguilera, pues –sentenció– “mi fuerte no es la venganza”.
A partir de entonces se detuvieron las revelaciones que había venido haciendo López Hernández desde que era gobernador electo sobre el desaseo administrativo de Arturo Núñez y que había encontrado al llegar a la ‘Quinta Grijalva’.
Aclarado que hay un manto de impunidad al mandatario tabasqueño que ha tenido la mayor desaprobación al concluir su mandato (lo rechazaban nueve de cada 10 ciudadanos en diciembre de 2018), la administración estatal debe pensar en la manera de mostrarle a la población que no se ha olvidado de su principal promesa de campaña de hace dos años y que era combatir la corrupción.
La ofensiva lanzada por López Obrador contra los principales colaboradores de Peña Nieto, a decir de analistas, tiene que ver con las elecciones de 2021.
Con esa operación que pondrá en la cárcel a varios exfuncionarios de primera línea, a partir de las delaciones de Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, Morena espera posicionarse en los comicios intermedios para no perder el Congreso de la Unión.
Si finalmente el gobierno de Tabasco no sienta en el banquillo de los acusados a Núñez, quedará confirmado que en 2018 la administración de Núñez “vendió” al candidato de su partido, el perredista Gerardo Gaudiano Rovirosa, de tal manera que a Morena, que en realidad no necesitaba ese apoyo por el arrastre de AMLO, no se le complico el triunfo.
El acuerdo entre el movimiento de López Obrador y el gobierno perredista fue tan, pero tan evidente que durante la campaña el candidato morenista a la gubernatura se cuidó de no embestir a la administración nuñista e hizo agradecimientos públicos a Núñez por mantenerse al margen del proceso electoral.
Aún se recuerda que durante el debate de candidatos, Adán Augusto hizo un reconocimiento al programa ‘Corazón amigo’ de la mujer de Núñez, que jugó un rol importante en la gestión pasada.
Poco después se sabría que dicho programa, que López Hernández dijo que iba a convertir en ley para que no desapareciera, terminó convertido en un nido de ratas en el que se repartía apoyos a personas que no eran discapacitadas.
En 2015 Núñez tuvo diferencias con AMLO por no apoyar a Morena, partido de reciente creación, pero en los siguientes años la relación se compuso, al grado de que el perredista no movió ni un dedo por el PRD en las pasadas elecciones.
En resumen, el escenario está listo para que el marido de Martha Lilia y ella misma alcancen el ‘perdón y olvido’.
¿Cómo justificará Adán Augusto ante el pueblo que no habrá castigo contra Núñez ni su mujer?
Tal vez la 4T confía en que la popularidad de AMLO le permitirá ganar todo de nuevo, aunque ¿con Núñez disfrutando en España los tabasqueños van a votar por el partido del presidente?.