Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- La historia hasta este punto creo que os la sabéis, pero no me importa recapitular un poco: Samsung se ha encontrado con un problema complicado en las baterías de sus Note 7, por lo que ha tenido que detener las ventas y empezar a poner solución a aquellas unidades distribuidas, también a las que están en producción. Afortunadamente estuvieron rápidos con la solución.
Se estima que todo este proceso le va a suponer a los coreanos un gasto de mil millones de dólares, pero posiblemente lo más complicado sea afrontar la mala prensa justo antes de la salida de un nuevo iPhone.
Ese es el principal dolor en un momento que parecía mágico para Samsung, en plena recuperación y con la gente que quiere gastar mucho dinero en móviles, aceptando que ellos eran la mejor alternativa a Apple.
Hoy os podemos traer un poco más de luz en el asunto “baterías”, que ya poco tiene que ver con la solución, más bien con el problema, al haberse identificado mejor de donde vienen las unidades defectuosas. Dicho sea de paso los problemas han afectado a un 0,01% de la producción – 35 casos -, pero potencialmente podría ser mayor, así que hay que tener bien detectados a los teléfonos.
Se habla de que la cifra de teléfonos potencialmente peligrosos ascendería al 65%, incluso más según algunos medios especializados. Ese porcentaje sale del número de unidades que han fabricado en las instalaciones coreanas y vietnamitas, curiosamente los teléfonos que se han fabricado en China no parecen estar relacionados con el problema.
Así que más que nunca un “Made in China” puede venir muy bien a los compradores del teléfono, ya que son las baterías de Samsung SDI las que están mal, las que crea la propia compañía coreana.
Eso nos cuentan desde Korea Herald. Las chinas son creadas por una compañía llamada ATL – están libres de peligros – y son para las variantes que se han vendido en ese mercado, y en Hong Kong.
Samsung ha producido 2,5 millones de Note 7, si hacemos la cuenta con el dato del 65% tenemos que hay más de millón y medio de teléfonos peligrosos.
Desde que Samsung comentó que había solo 35 casos, han salido a la luz un par de accidentes, uno en Australia y otro en Taiwán, en ellos el problema era el mismo detectado originalmente: empezar a arder y explotar mientras cargaban.
Lo que va a ocurrir aunque no nos lo cuenten es que Samsung va a pedir más unidades a ATL para la producción del teléfono, algo que ya se está notando en las cuentas de Samsung SDI, que ha caído un 2,76% en bolsa.
Parece ser que esta compañía hermana no ha cumplido bien en su historia con lanzamientos Galaxy, ya tuvo problemas importantes para cubrir la demanda de baterías con el Galaxy S6, y Samsung tuvo que echar mano de ATL y LG Chemicals.
Si nos vamos a Corea del Sur, donde muchas unidades han salido a canales de distribución, vemos que las principales compañías – SK Telecom, KT y LG Uplus – están dando cero problemas al cambio del teléfono, incluso a la devolución completa del precio.
Curiosamente los usuarios prefieren el cambio al dinero, el teléfono les sigue interesando.