Agencias/Foto- @CDLeganes/Ciudad de México.- Dos equipos que se juegan la vida y que acaban el partido sumando un punto que puede no servir para nada suena a drama. Y es que la película que se vivió en Ipurua no puede meterse en otro género.

Drama porque un partido sin goles es como una cerveza sin alcohol. Drama porque el Eibar, que ha sacado sólo uno de los últimos nueve puntos en disputa, se complica sobremanera en la recta final del campeonato. Drama porque el Leganés del mexicano Javier Aguirre se queda en la zona de quema y sólo aspira a un milagro para mantener la categoría.

La primera parte acabó en tablas y sin grandes ocasiones de peligro. El Eibar volcó su juego en un Pedro León que tardó en calibrar su bota y un Kike García que se zafó con todo aquel que le puso oposición. Por parte del Leganés de Aguirre los más incisivos fueron un omnipresente Rosales y un voluntarioso Silva, que lo intentó sin acierto desde el costado zurdo. Pudo haber penalti por una mano de Amadou dentro del área, pero ni el trencilla ni el VAR estimaron que así fuera.

La segunda parte siguió el mismo guión. Aumentó la posesión de balón del Eibar, un dominio al que no sacó partido por falta de chispa en línea de tres cuartos. Llevó muchas veces el cántaro a la fuente, pero no lo golpeó con la suficiente fuerza como para romperlo. Los cambios de Mendilibar tampoco revolucionaron lo que debían y le faltó algo más que suerte para haber alterado el marcador.

Llama la atención que el Leganés dio la sensación de conformarse con el punto, máxime teniendo en cuenta que tiene a Valencia, Athletic Club y Real Madrid en el horizonte. Hasta el punto de que Cuéllar fue amonestado por perder tiempo y Javier Aguirre pidió calma a los suyos cuando el partido parecía acelerarse. El duelo acabó con la imprecisión que se ve en el patio de un colegio. Sin más.

Comentarios desactivados en Ronda el abismo Leganés de Aguirre tras empate con Eibar 0-0