Por Erick Olivera Méndez/Ciudad de México.- Luego de una participación de poco más del 60 por ciento del padrón electoral, los italianos han dado el triunfo en las elecciones del pasado domingo a Giorgia Meloni, líder de los ‘Hermanos de Italia’, que será la primera mujer en asumir el cargo de primera ministra desde la II Guerra Mundial.
La particularidad de esta elección es que la democracia está a punto de instaurar un gobierno de extrema derecha que ideológicamente se acerca al fascismo de Benito Mussolini.
“Es una victoria que quiero dedicar a todos los que ya no están con nosotros. A partir de mañana tenemos que demostrar nuestro valor… Los italianos nos eligieron y no los traicionaremos, como nunca lo hemos hecho”, señaló Meloni luego de conocerse que aventajaba en los resultados electorales.
Según los números de la elección, dados a conocer por el Ministerio del Interior italiano, Meloni obtendría al menos el 45 por ciento de la votación, llevando al triunfo al bloque de partidos de extrema derecha encabezados por Hermanos de Italia.
Ha sido “una noche de orgullo para muchos y una noche de redención”, dijo Giorgia Meloni en medio de la euforia contenida que espera se oficialice su triunfo electoral luego de un sorprendente ascenso en la popularidad que pasó de un 4 por ciento en las elecciones de 2018 a colocarla en la antesala del poder en Italia.
Las premisas políticas que ha defendido Meloni, una mujer de 45 años cuyo lema electoral fue “Dios, patria y familia”, revelan una tradición conservadora de los italianos que han visto en las propuestas de la extrema derecha una opción de gobierno.
Giorgia Meloni ha enarbolado una agenda política que rechaza la inmigración, el aborto y reduce los derechos de la comunidad LGBTQ, premisas que la colocan del lado del euroescepticismo.
Las elecciones en Italia, cuya jornada electoral fue reducida a un solo día y no a los dos que establecían las regulaciones electorales, representan el desenlace de una guerra política que golpeó drásticamente al gobierno del primer ministro Mario Draghi.
Las elecciones de este domingo en Italia presentaron las nuevas disposiciones para el Parlamento, que se reduce de 685 a 400 escaños en el Senado, y pasa de 315 a 200 en la Cámara Baja.
Italia es la tercera mayor economía de la Unión Europa y el debate político sobre la crisis de la energía y la guerra de Ucrania permearon las elecciones, cuyos ciudadanos centraron su atención en los puntos de vista de Meloni sobre estos temas.
Meloni no coincide con Matteo Salvini, de La liga, y Silvio Berlusconi, de Forza Italia, dos de los movimientos de ultraderecha que respaldaron su candidatura, en el tema de Ucrania.
La virtual primera ministra de Italia ha respaldado al gobierno ucraniano frente a las agresiones de Rusia y no tiene contacto con Vladimir Putin, a quien han respaldado los líderes conservadores de la coalición.
El recién electo parlamento italiano se reunirá a mediados de octubre para decidir el destino del gobierno, ya oficializado el triunfo del nuevo jefe de Estado luego de las elecciones que han empoderado a una ultraderecha que simpatiza con el fascismo, un empoderamiento que paradójicamente se ha concretado gracias a un proceso democrático.