Agencias/Ciudad de México.- En plena era de las tecnologías de la información, aumenta la demanda de litio, el metal clave en la producción de baterías para diferentes dispositivos como teléfonos celulares o vehículos eléctricos, y México es uno de los países con mayores yacimientos de este recurso.
Muchas empresas extranjeras ya se han mostrado interesadas en su explotación. Sin embargo, el Gobierno mexicano enfoca con calma la entrada de capital extranjero en esta esfera. De hecho, contempla la posibilidad de nacionalizar la producción de litio, también conocido como el ‘oro blanco’.
En el 2019, se reveló que México cuenta con 243,8 millones de toneladas de ese mineral por extraer en el estado de Sonora. Aunque en su momento se aseguró que sus depósitos tienen un contenido muy bajo de litio, las empresas de otros países no se han visto desalentadas. Según cifras oficiales, hay más de 527.000 hectáreas que se podrían explotar y existen siete mineras extranjeras muy interesadas en obtener algunas de las 17 concesiones en trámite.
“La presión que existe por parte de esas compañías se debe a que quieren asegurarse la provisión de litio, porque forma de un recurso central para la transición energética”, comenta Bruno Fornillo, doctor en Ciencias Sociales y Geopolítica, en declaraciones a RT. “Lo importante ahí es que frente a esa presión intercedan las autoridades y la población local para poder tener el control público de los recursos”, agregó.
Sin embargo, las solicitudes hasta ahora están detenidas porque el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador ha dicho que durante su mandato no se otorgará una sola concesión minera. Además, no descarta que México tenga un papel más relevante en el futuro para la explotación de litio.
El mandatario también señaló que se está analizando la idea de nacionalizar el ‘oro blanco’, pero que se debe tener mucha claridad en el tema para no infundir miedo en los inversionistas. Esta iniciativa se propuso desde el Senado a finales del año pasado y se espera que sea debatida por los legisladores en las próximas semanas.
Bruno Fornillo considera que la postura del Gobierno mexicano es “viable”, porque se trata de algo similar a lo establecido en Bolivia, “donde los yacimientos litíferos y el crecimiento de la cadena de valor están en manos del Estado boliviano”. Por otro lado, la iniciativa de México se diferencia de lo que “sucede en Argentina y Chile, donde básicamente lo que acontece es que se exporta la materia prima y se comprará los productos terminados, con lo cual se replica el tradicional papel subordinado de la región”, criticó.
Actualmente, solo uno de los 36 proyectos que existen oficialmente en México para producir litio es de una empresa local, mientras el resto son de compañías de EE.UU., Canadá, Australia y Reino Unido.