Agencias/Ciudad de México.- La familia italiana Benetton está preparando planes para hacer frente a las crecientes pérdidas de su minorista de ropa homónima, incluida la separación del CEO Massimo Renon después de cuatro años, dijeron dos personas cercanas al grupo.

Se espera que el directorio del grupo de ropa se reúna para discutir una pérdida neta de alrededor de 230 millones de euros (250 millones de dólares) para 2023, dijo a Reuters una fuente con conocimiento del asunto.

Eso se compara con una pérdida neta de 81 millones de euros en 2022, cuando los ingresos ascendieron a 1,000 millones de euros.

Está previsto que los accionistas de Benetton se reúnan el 18 de junio, momento en el que no se renovará el mandato de Renon como presidente ejecutivo, dijeron las dos fuentes.

Renon, que construyó su carrera en la industria de las gafas trabajando en Luxottica, Safilo y Marcolin, no quiso hacer comentarios.

Los Benetton son propietarios del grupo de ropa que se hizo famoso por sus coloridos jerseys y sus provocativas campañas publicitarias a través de su holding Edizione.

Edizione se prepara para respaldar una reestructuración del minorista de ropa e inyectar 260 millones de euros, dijo una de las fuentes, añadiendo que Edizione ejercería un control más estrecho sobre el grupo.

Benetton ha tenido dificultades para hacer frente a la creciente competencia de gigantes de la moda rápida, como el propietario de Zara, Inditex, que han desarrollado un modelo de producción y distribución más ágil, capaz de responder más rápidamente a los cambiantes gustos de los consumidores.

En una entrevista concedida al diario italiano Corriere della Sera, el presidente Luciano Benetton, uno de sus fundadores, dijo que, según un plan estratégico trienal, el grupo debía alcanzar el punto de equilibrio en 2023, pero que en los últimos meses la situación financiera ha sido peor de lo previsto.

Luciano Benetton dijo al Corriere que la actual dirección, encabezada por Renon, había sorprendido al consejo al revelar un déficit “dramático”.

Fundada en 1965 por la familia italiana Benetton, la empresa se expandió hasta comercializar a través de unas 4,000 tiendas en todo el mundo, según su página web. Tras cotizar en bolsa en 1986, los Benetton sacaron las accionees del mercado en 2012, el último año en que obtuvo beneficios.

Las propiedades patagónicas de los Benetton los llevaron a frecuentes conflictos con grupos Mapuches, a los que en 2017 ofrecieron donar 7.500 hectáreas en la provincia de Chubut.

La marca, famosa por sus colores, publicidades atrevidas y centenares de prendas de vestir, en particular al inicio por pulóveres que los Benetton producían en grandes volúmenes pero distribuían en pequeñas cantidades hasta que, una vez detectados los colores de mayor aceptación, mandaban a teñir masivamente, ya a sabiendas de que tendrían salida tiene -según consigna este domingo el Corriere- unos 5,000 locales en el mundo y unos 6,000 empleados directos.

En una larga entrevista que ganó la atención de toda Italia, Benetton confesó que detectó que había problemas “en modo tenue” el 23 de septiembre del año pasado, pero que “todo parecía bajo control”.

Desde entonces pasaron casi diez meses. “Mientras recibíamos asesoramiento sobre esas primeras señales, de modo despreocupado por parte de los ejecutivos, me di cuenta que los números no cuadraban y que el problema era bien diferente de lo que me habían descripto. Y además hacía tiempo que percibía un descontento interno y externo a la empresa por la actitud arrogante y poco capaz de los nuevos ejecutivos”, dijo Benetton al Corriere, apuntando, sin nombrarlo, al Consejo de Administración encabezado por Massimo Renon, el CEO de la compañía, que le habría ocultado “un dramático agujero de balance” de unos 100 millones de euros.

Se trata de una cifra que el propio Benetton considera aproximada. “Todo lo que emergió a partir de septiembre de 2023 es una vergüenza”. Se trata, le dijo al Corriere, “de un shock que nos dejó sin respiración”.

Luciano Benetton, de 89 años, se había alejado de las cuestiones cotidianas del Grupo en 2012, momento en que funcionaba bien y facturaba unos 2.000 millones de euros anuales, pero volvió en 2018, el mismo año en que murieron Gilberto y Carlo, sus dos hermanos menores.

Al año siguiente eligió como CEO a Renon, al cual ahora acusa -sin nombrarlo- de haberlo engañado o, cuanto menos, de incapaz.

De los cuatro hermanos fundadores ahora quedan Giuliana y Luciano, cuya salida del holding se formalizaría en la próxima asamblea, a mediados de junio.

El holding familiar, que actualmente conduce Alessandro, hijo de Luciano, abarca activos que trascienden largamente el rubro textil y se extiende a inversiones inmobiliarias (como en la Patagonia), concesiones viales, producción alimenticia, operaciones en el rubro de seguros y desarrollo y administración de infraestructuras digitales y portuarias.

Alessandro, segunda generación de los fundadores, buscó tranquilizar las aguas respecto de la bomba lanzada por su padre. Admitió que los 100 millones de euros de los que habló Luciano son “una pérdida significativa” pero que repararán en los próximos años con aportes de capital de unos 260 millones de euros para relanzar lo que muchos todavía recuerdan como los “United Colors of Benetton”, una de sus campañas publicitarias más famosas y que hicieron aún más famoso a Oliviero Toscani, el creativo italiano a cargo de la publicidad del grupo.

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