Por Erick Olivera Méndez/Ciudad de México.- En un contexto de creciente preocupación por los niveles de deuda pública en Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional ha emitido un llamado a ese gobierno para aumentar los impuestos y frenar el crecimiento desmedido de la deuda. De no hacerlo, el endeudamiento podría alcanzar un 140 por ciento del PIB en unos cuantos años.
El informe del FMI, resultado de su revisión anual del “Artículo IV” de las políticas económicas de Estados Unidos, resalta los riesgos que los elevados déficits y la deuda imponen no solo a la economía estadounidense, sino también a la economía global. Estos riesgos incluyen un aumento en los costos de financiamiento fiscal y dificultades en el refinanciamiento de las obligaciones a medida que vencen. En términos simples, Estados Unidos podría enfrentar costos cada vez mayores para pagar su deuda, lo que, a su vez, podría desestabilizar los mercados financieros internacionales.
El FMI subraya la necesidad de revertir la tendencia actual del aumento de la relación deuda-PIB. No es solo una cuestión de mantener la solvencia fiscal, sino de evitar un impacto negativo en la economía global. A medida que el mundo se enfrenta a desafíos económicos y financieros, la estabilidad de la mayor economía mundial es clave para mantener la confianza en los mercados internacionales.
En el Fondo Monetario han ajustado ligeramente a la baja su previsión de crecimiento del PIB de Estados Unidos para 2024, de 2.7 a 2.6 por ciento. Aun así, prevé que el crecimiento se mantendrá por encima del 2 por ciento hasta el final de la década. Esta revisión refleja la potencia de la economía estadounidense, que ha mostrado una notable capacidad para ajustarse a las condiciones cambiantes del entorno global.
A pesar de estos ajustes, el FMI se muestra optimista en cuanto a la trayectoria de la inflación. Se espera que el índice de precios de los gastos de consumo personal, regrese al objetivo del 2 por ciento de la Reserva Federal a mediados de 2025, antes de lo que la propia FED había previsto. Esta proyección se basa en la desaceleración del gasto de los consumidores, impulsado por la riqueza acumulada durante la pandemia y en un enfriamiento del mercado laboral.
Pero no todo es optimismo y en la FED han reiterado que aún no están dispuestos a apoyar un recorte de las tasas de interés debido a las persistentes presiones inflacionarias. Esta postura refleja un equilibrio delicado que las autoridades deben mantener entre apoyar el crecimiento económico y controlar la inflación.
Las recomendaciones del FMI subrayan la importancia de una gestión fiscal prudente y la necesidad de tomar medidas responsables. Estados Unidos deberá mostrar el camino hacia una estabilidad fiscal que beneficie no solo a su propia economía, sino también a la economía mundial.
