Por Raúl Caraveo/Ciudad de México.- Dos casos recientes son pintorescos por lo representativo que pueden ser en el fututo inmediato; en doce días habrá terminado el sexenio de Andrés Manuel López Obrador de quien se espere entre en un ostracismo voluntario en su finca de Palenque. Mientras esto ocurra la reconfiguración de la derecha –oposición- seguirá su curso, es decir, se reagrupará y se configurará como una fuerza política capaz de recuperar el poder, ese es su objetivo. Veamos;
Ernesto Zedillo, expresidente de México 1994 -2000, ha salido de su silencio para descalificar la Reforma Judicial, quizá fuera de tiempo, pero buscando el mismo efecto que la oposición; si desea convertirse en el sustituto de Vicente Fox pronto lo sabremos, su calidad moral siempre ha estado por los suelos por sus antecedentes de gobierno y daño a la república, son muchos los factores de su ambición personal que siempre va a causar efectos contrarios a lo que persigue. De su silencio autoimpuesto ya salió. Ahora falta que resurja Carlos Salinas y Enrique Peña Nieto, aunque fuera de tiempo, la oposición revive lo que sea posible por ganar espacios.
Si bien la aparición de Zedillo resulta tarde habrá de esperar la concatenación con otros eventos que provienen de Estados Unido –como la carta de Genaro García Luna- es decir la hora de la venganza conservadora está llegando puntual.
La carta de Genaro llega en su mejor momento y representa una primera amenaza velada para el tratamiento de su condena por resolverse en unas semanas más. Medidas de alerta para presionar la próxima conducción del gobierno de Claudia Sheinbaum.
Hernán Gómez Bruera, analista y escritor que se ha ganado un buen espacio en los medios por sus comentarios siempre al parecer acordes al movimiento obradorista a raíz de la Reforma al Poder Judicial se convierte en crítico de un movimiento en el que menciona no recibió apoyo, dice no querer romper con AMLO; y declara a “la reforma judicial como el mayor despropósito de López Obrador”. Hernán esta en todo su derecho de hacer los virajes que le parezcan personalmente correctos, buscar su vida con quien desee incluso con Felipe Calderón.
Algo de aquí es recuperable como la declaración de Sabine Berman al periodista Julio Astillero en el sentido que; “Morena no ha tenido un buen contacto con los intelectuales y con los periodistas, ni siquiera con los de izquierda, el caso de Hernán es muy emblemático; Hernán ha sido un periodista y un opinólogo que ha apoyado a la izquierda, sin embargo cuando se le arma un borlote porque delata la corrupción de uno de los miembros más encumbrados de Morena el castigo es muy grande, entonces y después no recibe ninguna protección del ala más pura de Morena, yo creo que cuando él dice que esta triste tiene que ver con esto y si es responsable Morena; Morena no ha sabido establecer no un lazo de corrupción con los periodistas e intelectuales, pero sí de cercanía no los escucha y si nos ataca cuando diferimos de la ortodoxia y eso esta muy mal y es una de las cosas importantes de arreglar no sé si te parezca pero yo misma lo padezco, esta especie de distancia soberbia del partido con los intelectuales y los periodistas que somos de izquierda, creo que hacen muy mal y en el caso de Hernán tendrían que –de veras- repensar qué diablos están haciendo, lo desprotegieron y ahora lo castigan porque se siente triste.. no pues no, no queremos un partido soviético, no es ese el proyecto declarado de Morena, es otro tipo de izquierda”.
Hasta aquí las palabras de Sabina Berman. Usted saque sus conclusiones, el espacio nos limita.
