Texto Periódico The New York Times/Ciudad de México.- Las probabilidades de supervivencia podrían  mejorar de manera significativa para las personas que tienen el tipo más común de cáncer pulmonar si, junto con la quimioterapia usual, reciben también un medicamento que activa el sistema inmunitario, según un nuevo estudio.

Los expertos en oncología indican que estos hallazgos deberían cambiar la práctica médica de inmediato: los pacientes con este tipo de cáncer pulmonar deben recibir un medicamento que active el sistema inmunitario, a lo que también se le llama inmunoterapia, tan pronto como se les diagnostique.

“Lo que sugiere es que la quimioterapia sola ya no es el estándar de cuidado”, dijo la doctora Leena Gandhi, quien encabezó el estudio publicado en The New England Journal of Medicine y es directora del Programa de Oncología Médica Torácica en el Centro Perimutter para el Cáncer de la Escuela de Medicina Langone Health, en la Universidad de Nueva York.

Los hallazgos representan un paso adelante para la inmunoterapia. Cuatro medicamentos de inmunoterapia contra el cáncer, conocidos como inhibidores de puntos de control, ya han sido aprobados. Los medicamentos impulsan al propio sistema inmunitario del paciente a eliminar las células malignas.

Estos medicamentos cuestan más de 100.000 dólares al año, pueden tener efectos secundarios graves y solo ayudan a algunos pacientes, por lo general a menos de la mitad. Sin embargo, cuando funcionan, la respuesta puede ser duradera, y los investigadores están enfocados en encontrar maneras de combinar los tratamientos para mejorar sus efectos.

“He tratado el cáncer pulmonar desde hace veinticinco años y nunca he visto un cambio de paradigma como el que estamos viendo con la inmunoterapia”, dijo Roy Herbst, jefe de Medicina Oncológica en el Centro para el Cáncer de Yale y quien no participó en el estudio de Gandhi.

El cáncer pulmonar es la causa principal de muerte por cáncer en el mundo; al año fallecen 1,7 millones de personas.

Los pacientes del estudio estaban en una etapa avanzada de cáncer pulmonar de células escamosas no pequeñas. El medicamento activador del sistema inmunitario fue un inhibidor de puntos de control llamado pembrolizumab o Keytruda, fabricado por Merck, que pagó el estudio; la quimioterapia consistió en un medicamento llamado pemetrexed, más carboplatino o cisplatino.

Gandhi dijo que la terapia por sí sola, sin la quimioterapia, tiene un “beneficio modesto”, pues únicamente podía añadir unos cuantos meses de vida; los pacientes en promedio sobrevivieron cerca de un año o menos. Pero la médica explicó que el tratamiento combinado ofrece una mejoría importante.

“Si quieres una sobrevivencia a largo plazo, tienes que comenzar la inmunoterapia tan pronto como sea posible”, dijo Herbst, quien dijo que el equipo de Yale ha visto casos en los que se puede extender la vida de pacientes hasta por ocho años. “La quimioterapia tiene limitaciones y la inmunoterapia tiene la capacidad de curar”.

Herbst ofreció varias teorías sobre por qué la quimioterapia y la inmunoterapia pueden funcionar bien juntas.

Dijo que las células tumorales son como bolsas de proteínas escondidas que, si se exponen, pueden ser usadas como objetivos por el sistema inmunitario para encontrar y atacar al cáncer. Al matar algunas células tumorales, la quimioterapia podría abrir las bolsas, liberar su contenido y ayudar a las células inmunitarias —desencadenadas por los medicamentos inhibidores de puntos de control— a identificar a su presa.

El médico indicó que también es posible que la quimioterapia mate algunas células inmunitarias que interfieren con la acción de matar células cancerosas de otras partes del sistema inmunitario.

El estudio de Gandhi incluyó a 616 pacientes con cáncer de pulmón avanzado, cuyas edades oscilaban entre los 34 y los 84 años, de centros médicos en dieciséis países.

Los escogieron aleatoriamente para recibir ya fuera quimioterapia más inmunoterapia o quimioterapia más un placebo; dos tercios recibían la combinación que incluía la inmunoterapia. Después de una mediana de seguimiento de 10,5 meses, la probabilidad de muerte de los pacientes del grupo de inmunoterapia se había reducido a la mitad. La mediana de la supervivencia general fue de 11,3 meses para quienes no recibieron la inmunoterapia, mientras que en el grupo de inmunoterapia fue más larga.

La supervivencia estimada de doce meses fue del 69,2 por ciento en el grupo que recibió inmunoterapia y del 49,4 por ciento en quienes recibieron solamente quimioterapia.

Sin embargo, los pacientes del grupo que recibió inmunoterapia tuvieron más problemas renales, más eventos adversos relacionados con la inmunidad y fue más probable que abandonaran el tratamiento debido a los efectos secundarios.

“Creo que todos estamos sorprendidos de la magnitud del beneficio y de lo clara que fue la diferencia en el análisis inicial, así como de que podamos decir que hubo una diferencia general en cuanto a la supervivencia”, dijo Gandhi.

“Representa un cambio enorme en la manera en la que concebimos el tratamiento del cáncer de pulmón”, añadió. “Todo esto es mejor que lo que hemos estado usando durante años. En el futuro, solo puede mejorar”.

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