Agencias/Fotos-www.axobase.org/Ciudad de México.- Los ajolotes podrían desaparecer de los canales de Xochimilco al sureste de la capital del país en 2025, alertó una investigación de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Tania J. Porras Gómez académica del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBO) de la UNAM, advirtió que esta caída en la población de la salamandra originaria y endémica de la cuenca de Xochimilco se debe a la contaminación y aumento de temperatura del agua.
Simultáneamente a la actividad humana e introducción de especies como la tilapia y carpa a su ecosistema en los canales de Xochimilco al suroriente de la capital del país.
Estas afectaciones han sido evidentes en más de 25 años. En 1998, existían alrededor de 6.000 ajolotes en esa zona del sur de la capital del país. Ya en 2013 solo había 36. Con base en modelos matemáticos, su desaparición sería inminente en 2025.
En la década de 1970, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por su sigla en inglés) incentivó la introducción de carpas y tilapias para, supuestamente, aumentar la oferta de alimentos ricos en proteína en países pobres.
El Gobierno mexicano decidió seguir la recomendación, aun cuando ambas especies son consideradas exóticas invasoras, además de que su tasa de crecimiento y de reproducción es muy rápida.
Como consecuencia, esos animales representan hoy el 98% la fauna acuática de Xochimilco, dejando de lado a los ajolotes.
Para intentar salvar a esta especie, Porras Gómez señaló que es esencial garantizar el acceso a mayor variabilidad genética para preservarla.
“[La experta] recordó que una de las principales características del Ambystoma mexicanum es su capacidad regenerativa de sus órganos, ya sea el corazón, hígado, piel y alguna extremidad. Sin embargo, hasta el momento se desconoce si esto aplica en los órganos reproductivos”, se lee en un comunicado de la UNAM.
Por esta razón, desde 2021 se lleva a cabo una investigación donde se estudian las células germinales de las salamandras.
“Se han analizado las células testiculares para generar espermatozoides que contengan la información genética en dichas células reproductoras, y encontraron reservorios de células germinales, las cuales podrían ser una fuente de almacenamiento para utilizarlas en caso de necesitar la regeneración”, puntualizó la casa de estudios.
Al participar en el Seminario del Departamento de Bioquímica de la Facultad de Química de la UNAM, comentó que este trabajo ayudaría a la variabilidad genética y, de esta manera, compartir lo que tenemos en los diferentes centros de investigación.
Con Francia, Estados Unidos, por ejemplo, dijo, podríamos tener líneas más estables del ajolote.
Según Porras Gómez, la investigación se realiza en conjunto con la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, y se podría lograr una red con otras universidades, con el propósito de tener una visión integral sobre los ajolotes.
“Es increíble que hasta este momento no sepamos si los ovarios y testículos se pueden regenerar y el encontrar estas células nos hace pensar que sí es posible, lo que podría ser llevado, incluso, a la medicina para ayudar en problemas de fertilidad”, declaró la experta.
Pero, a pesar de los esfuerzos, la integrante del IIBO de la UNAM recalcó que trabajar con ajolotes es complicado, debido a que son especies sensibles a cambios en la calidad y temperatura del agua, sumado a que las acciones para ayudarles suelen llevar un lento proceso.
Paralelamente, Luis Zambrano González y su equipo de trabajo del Instituto de Biología, de la UNAM, colaboran directamente con los chinamperos en Xochimilco para que en las zonas de los canales que han sido poco perturbadas por el humano se introduzcan algunos organismos para que estén libres en el ambiente.
Esto, forma parte de los esfuerzos por regresar a los ajolotes de las condiciones de laboratorio a su ambiente natural.
Además, los los ajolotes están en la cultura popular (en billetes de 50 pesos o como mascota de la selección de basquetbol de la Ciudad de México).
Asimismo, existe una base de datos llamada AxoBase que presenta de manera gratuita el genoma, transcriptoma, principales líneas de investigación en México y el mundo, además de formar una red dedicada al estudio del anfibio: www.axobase.org.