Agencias /Ciudad de México.- El conflicto por el territorio separatista de Nagorno Karabaj ingresó ayer a su sexta semana entre acusaciones mutuas de Armenia y Azerbaiyán sobre nuevos ataques.
Autoridades de Nagorno Karabaj acusaron a Azerbaiyán de dirigir ataques aéreos hacia las localidades de Martuni y Martakert y de lanzar misiles hacia la población de Shushi. También se escucharon explosiones en Stepanakert, la capital regional, indicaron funcionarios.
El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán rechazó las acusaciones de que esté atacando asentamientos civiles, y acusó a las fuerzas armenias de disparar contra posiciones del ejército de Azerbaiyán en la frontera entre ambas naciones.
La dependencia también dijo que las fuerzas armenias agredieron asentamientos en las regiones de Terter y Aghjabedi de Azerbaiyán.
Nagorno Karabaj se encuentra dentro de Azerbaiyán, pero ha estado bajo control de fuerzas de la etnia armenia respaldadas por el gobierno de Armenia desde que concluyó un conflicto armado en la región en 1994.
Las hostilidades más recientes comenzaron el 27 de septiembre y han dejado cientos, o posiblemente miles, de muertos, el peor agravamiento del conflicto de décadas entre las dos exnaciones soviéticas en más de un cuarto de siglo.
De acuerdo con autoridades de Nagorno Karabaj, 1.166 de sus tropas y otros 45 civiles han muerto a consecuencia de los enfrentamientos.
Las autoridades de Azerbaiyán no han revelado sus bajas militares, pero aseguran que los combates han cobrado la vida de al menos 91 civiles y han dejado heridos a otros 400.
El presidente ruso Vladimir Putin ha dicho, según información de Moscú, que el número real de muertos es mucho mayor, cercano a los 5,000.
Más de 130,000 residentes han sido desplazados desde que comenzaron los conflictos, reportó la UNICEF el miércoles.
Roman Aloverdyan, un ganadero de 46 años, dijo que dejó su casa en la localidad de Karmir Shuka, dentro de Nagorno Karabaj, después de que su familia fuera evacuada. Se llevó decenas de ovejas con él e inició el trayecto a pie rumbo a Armenia.
“¿Qué siento? Estamos dejando nuestra casa… desde luego que duele. No tengo palabras”, dijo Aloverdyan, quien ha estado viajando por casi una semana y le falta al menos media semana más a pie antes de llegar a su destino.
Las hostilidades han continuado después de que tres treguas fracasaron y a pesar de las exhortaciones de la comunidad internacional para que finalicen los ataques.
En el intento más reciente por reducir las tensiones, los cancilleres de Armenia y Azerbaiyán se reunieron el viernes en Ginebra para una jornada de negociaciones mediadas por Rusia, Estados Unidos y Francia.
