Por Erick Olivera Méndez/Ciudad de México.- La elevada inflación global no cede y se suma a un proceso de bajo crecimiento económico que ya puso nervioso a más de un analista y cuyas proyecciones ya vaticinan una inminente recesión.
Entre los análisis que destacan en el agitado mundo financiero se encuentran los de Barclays, una empresa de análisis de riesgo y perspectivas económicas global que ya ve signos de estanflación en la economía mundial.
De acuerdo con este grupo de analistas, la Unión Europea ya está a nada de experimentar una recesión generada por la crisis energética, China ha frenado su crecimiento debido a la crisis del sector inmobiliario y sus políticas sanitarias y Estados Unidos ha endurecido sus políticas financieras para intentar frenar el avance de la inflación.
En este contexto de depresión económica e incertidumbre financiera, en donde una guerra ha generado más presión al comercio global amenazando con escasez y encareciendo los precios, sólo algunas economías emergentes mantienen signos de cierta estabilidad hasta ahora, como Brasil e India.
De acuerdo con los datos de Barclays el crecimiento económico en el mundo experimentará una desaceleración que va de 6.4 por ciento en 2021, a 3.2 por ciento en 2022 y podría alcanzar el 1.7 por ciento el año próximo.
Los analistas aseguran que en 2023 tanto Estados Unidos como Europa contraerán su economía 0.1 por ciento y 0.8 por ciento y el crecimiento de China se limitará a 3.8 por ciento anual.
Para los analistas de Barclays el proceso inflacionario puede ceder en su comportamiento en 2023 y se experimentaría una reducción en las tasas de inflación, pero aun así se espera que la cifra esté por encima del 2 por ciento en un entorno de inquietud en los mercados, lo que mantendría la incertidumbre inflacionaria.
“Se espera que los principales bancos centrales aumenten las tasas en el primer trimestre de 2023, incluso si en incrementos más pequeños que en los meses recientes. Su determinación se pondrá a prueba en los siguientes trimestres, ya que esperamos pérdidas de producción y moderación de la inflación que multipliquen los llamamientos a una pronta flexibilización de la política. Si bien la Reserva Federal (Fed) puede estar en posición de bajar las tasas en el segundo semestre de 2023, es poco probable que ese sea el caso para el Banco Central Europeo”, dice un informe reciente de Barclays.
Barclays sostiene que la economía global se desacelerará en un contexto de reacomodo geopolítico y herramientas económicas, como el ajuste monetario, y cuyo freno estará muy por debajo del promedio de las cifras de largo plazo.
Países como México experimentarán un proceso de desaceleración no obstante algunos signos de recuperación en su actividad económica que le basta a los analistas de Barclays para vaticinar que alcanzará un crecimiento este año de 2.5 por ciento.
“A pesar de que esperamos que el nearshoring (traslado de la fabricación de China a México para reanudar la cadena de suministro) continúe impulsando la economía mexicana, esperamos que el PIB se desacelere a 0.9 por ciento el próximo año en medio de una recesión global”, dice el informe de Barclays.
La recesión es inminente, coinciden analistas financieros, mientras el mundo observa los signos de debilitamiento en sus economías mezcladas con signos de recuperación que estimulan la esperanza.