Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- En general, la mujer es más propensa a sufrir alteraciones del sueño que el hombre. Sus probabilidades de padecer insomnio pueden llegar a duplicar las de este. ¿Podría haber un vínculo entre el género y el reloj corporal que regula el sueño? Así parece ser, según un nuevo estudio llevado a cabo por el equipo de la Dra. Diane B. Boivin del Departamento de Psiquiatría de la Universidad McGill en Canadá.
Aún teniendo en cuenta la influencia de factores como el ciclo menstrual y el uso de anticonceptivos hormonales, el equipo de la Dra. Boivin ha constatado la existencia de una diferencia clara entre hombre y mujer en cuanto a cómo afecta el reloj corporal al sueño y al estado de alerta.
Para un horario similar de sueño, la Dra. Boivin y sus colaboradores encontraron que el reloj corporal de las mujeres provoca que estas se duerman antes y se despierten antes que los hombres. Se puede decir que el reloj corporal de ellas está desplazado hacia una zona horaria distinta.
Esta diferencia observada entre sexos es esencial para explicar por qué las mujeres son más propensas a tener el sueño alterado que los hombres.
En este estudio, el equipo comparó en 15 hombres y 11 mujeres las variaciones en el sueño y en el estado de alerta reguladas por el reloj corporal. Las mujeres observadas tenían un ciclo menstrual típico y fueron además estudiadas durante dos fases de su ciclo menstrual. Este es un punto crucial porque investigaciones previas de la Dra. Boivin habían mostrado que la fase del ciclo menstrual afecta a los ritmos biológicos de la temperatura corporal y el sueño.
Las 26 personas estudiadas no exhibieron ningún problema de sueño durante la investigación.
Los resultados de esta apuntan en definitiva a una explicación de por qué las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de despertarse temprano por la mañana y de sentirse cansadas después de haber dormido por la noche. Y también por qué de noche las mujeres tienden a estar más somnolientas que los hombres.
Una conclusión derivada de los resultados de este estudio podría ser que las mujeres están menos adaptadas biológicamente al trabajo nocturno que los hombres. Serán necesarias investigaciones adicionales para explorar esta cuestión.
Mucha gente en el mundo sufre alteraciones del sueño. En Canadá, le ocurre a más de un tercio de la población.
Fuente: PNAS.