Agencias/Ciudad de México.- El Liverpool cayó ante Burnley gracias a un penalti en contra en la segunda parte (0-1) borrando la racha de 68 partidos sin morder el polvo en Anfield.
El Liverpool atraviesa una sequía de cinco partidos consecutivos sin ganar en Premier League, en los que, en un dato increíble, apenas ha marcado un gol (West Brom), con Newcastle, Southampton, United y hoy el Burnley como rivales sin perforar: 438 minutos en total.
Además, con esta derrota, el ‘Pool’ llevaba 68 partidos sin perder en casa en Premier. Algo increíble. Hace tres años y nueve meses: 23 de abril de 2017.
El equipo de Klopp se queda, con esta derrota, a seis puntos del líder, el Manchester United. Hoy mereció ganar, pero el Burnley obró el milagro con una espectacular defensa y portero, Pope.
La primera parte fue terriblemente aburrida en juego y en ideas ofensivas por parte del campeón. El Liverpool, con Sadio Mané como única estrella en ataque, con Roberto Firmino y Mohamed Salah en la banca, no podía acercarse con luces a la portería del Burnley.
En el centro del campo, Thiago Alcántara, que fue titular, hacía circular la pelota con excesiva lentitud, proporcionando el repliegue del rival y que éste pudiera cerrar las líneas. La gran ocasión de la primera parte la tuvo Origi.
El belga, en una carrera solo ante el meta, la mandó al travesaño… con todo a favor. No obstante, lo más interesante del choque vino en el descanso. Una pequeña patada sin balón de Fabinho fue revisada por el VAR. Al final, se ‘ganó’ sólo amarilla.
La otra circunstancia del descanso fue una bronca entre Jürgen Klopp y su rival en el banquillo, Sean Dyche. El alemán se retiró con aspavientos y jurando en arameo ante la presencia de Dyche.
El principio del fin
La segunda parte fue triste también, hasta que entró Salah en el 57′, y el egipcio tuvo su primera ocasión pocos minutos más tarde. Pero el internacional Nick Pope demostró que está muy por encima de la categoría de su equipo, quinto por la cola de esta Premier.
Firmino y Mané entraron y fue un asedio que resolvió el meta del Burnley. En el otro lado, Alisson también se lucía con una mano que salvó a su equipo.
Así hasta que llegó el fatídico penalti cometido por falta de Alisson, que Barnes transformó en el único gol del partido (0-1).
Así las cosas, derrota y el Liverpool se queda cuarto a seis puntos del líder, el United, al que se enfrenta el domingo en la FA Cup.