Agencias/Ciudad de México.- Boeing anunció unas pérdidas de 1,082 millones de dólares en la primera mitad del año, frente a unas ganancias de 6 millones en el mismo periodo del año anterior, mientras se prepara para retomar las entregas del modelo 787 Dreamliner, paralizadas por varios problemas.

La compañía estadounidense, en un comunicado, dijo que facturó entre enero y junio un total de 30,672 millones de dólares, un 5 % menos que un año antes.

El negocio del gigante aeroespacial se vio afectado por dificultades en el segmento de Defensa, Espacio y Seguridad, cuya facturación cayó un 17 % en el primer semestre y cuyas operaciones acumularon unas pérdidas de 858 millones de dólares.

Mientras, la unidad de aviones comerciales facturó un 1 % más que el año pasado y redujo algo sus pérdidas, que se situaron en 1,101 millones de dólares.

El negocio de servicios de Boeing, por su parte, aumentó su facturación un 10 % y sus operaciones acumularon entre enero y junio unas ganancias de 1,360 millones de dólares (un 40 % más).

En el segundo trimestre, datos a los que más atención prestaban hoy los mercados, Boeing tuvo unos ingresos de 16,681 millones de dólares, un retroceso del 2 %, mientras que su beneficio neto fue de 160 millones de dólares, un 72 % menos que en los mismos meses de 2021.

Según anunció, en este periodo su flujo de caja operativo fue positivo y espera que esa tendencia se mantenga en el conjunto del año.

La empresa viene de malos años, sobre todo a raíz de dos accidentes mortales de su avión 737 MAX -uno de sus modelos estrella- que llevaron a que fuese vetado temporalmente por los reguladores de todo el mundo, antes de volver a operar en 2020.

En el trimestre más reciente, Boeing aumentó de forma importante la producción y entregas del 737 MAX aprovechando el repunte de la demanda de transporte aéreo y a pesar de problemas en la cadena de suministro.

“Aunque estamos haciendo progresos significativos, tenemos más trabajo por delante. Seguiremos centrados en seguridad, calidad y transparencia mientras impulsamos la estabilidad, mejoramos el rendimiento y seguimos invirtiendo en el futuro”, señaló en el comunicado el presidente y consejero delegado, Dave Calhoun.

Uno de los pasos fundamentales para Boeing será retomar las entregas del avión 787 Dreamliner, que están detenidas por dificultades técnicas y que han hecho que la compañía acumule un inventario valorado en muchos miles de millones de dólares.

Calhoun, en un mensaje a la plantilla hecho público, dijo que la empresa está “en las fases finales” de sus preparativos para volver a suministrar el aparato y en contacto continuo con los reguladores, aunque no especificó ninguna fecha.

Boeing generó un flujo de caja operativo de 81 millones de dólares en el segundo trimestre. En el trimestre anterior había quemado 483 millones de dólares.

La compañía reportó una pérdida básica de 37 centavos por acción en el trimestre hasta junio, más que las estimaciones de los analistas de una pérdida de 14 centavos por acción, porque asumió un cargo de 240 millones de dólares de su unidad de defensa, espacio y seguridad.

Este negocio, también lastrado por la debilidad de las ventas, ha sido un problema para Boeing en los últimos años, retrasando la recuperación de la compañía de las sucesivas crisis en su negocio de aviación comercial.

Los ingresos cayeron cerca de un 2% a 16,680 millones de dólares, por debajo de las expectativas de 17,570 millones, según datos de Refinitiv.

Sin embargo, las acciones subieron después del informe, ya que Boeing confirmó que todavía espera tener un flujo de caja positivo en 2022.

La compañía aseguró que estaba trabajando con funcionarios de la seguridad aérea de Estados Unidos en las “acciones finales” para reanudar las entregas del 787.

La suspensión de esa aeronave de fuselaje ancho ha sido un lastre para el desempeño financiero de Boeing durante más de un año.

La compañía ha estado trabajando con la Administración Federal de Aviación para abordar una serie de problemas de fabricación descubiertos a partir de 2020.

El mayor escrutinio de los reguladores del 787 y de otros aviones Boeing comenzó inmediatamente después de los trágicos accidentes en 2018 y 2019 en vuelos de 737 MAX, lo que llevó a una larga suspensión del los vuelos con ese modelo en todo el mundo.

Desde que el MAX volvió a servicio, Boeing pudo aumentar la producción de los aparatos, recaudar ingresos significativos y anunciar importantes pedidos en el Salón Aeronáutico de Farnborough, en a principios de mes.

A pesar de que los resultados se situaron por debajo de las expectativas de los analistas, las noticias empujaron al alza las acciones de Boeing, que abrieron en positivo la sesión en Wall Street.

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