Agencias/Ciudad de México.- Todos los deportistas olímpicos y paralímpicos afganos que participaron en los pasados Juegos de Tokio están fuera de su país “gracias al apoyo de la comunidad olímpica”, que ha ofrecido una “verdadera muestra de solidaridad”, indicó el presidente del COI, el alemán Thomas Bach, al término de una reunión de la Comisión Ejecutiva del organismo.
“Como resultado de nuestros esfuerzos, todos están fuera”, dijo Bach, que informó de que dos deportistas de invierno que preparan los Juegos de Pekín 2022 también se entrenan en el extranjero.
“Además, un número significativo de miembros de la comunidad olímpica recibió visados humanitarios y pudieron abandonar el país. El apoyo de la comunidad olímpica ha sido sobresaliente”, señaló el presidente.
Bach dijo que todos los afganos participantes en los Juegos de Tokio (cinco olímpicos y dos paralímpicos) serán becados por el COI para que puedan seguir entrenándose y aseguró que ayudarán con los trámites a los que permanecen en el país y quieran abandonarlo, “en particular a las mujeres y las niñas, pero en general a todos los que estén en riesgo debido a la situación política”.
El comité olímpico afgano continúa reconocido, reconocimiento que engloba a los actuales dirigentes “que fueron elegidos democráticamente”, dijo Bach.
El dirigente aseguro que la baloncestistas afgana Samira Asghari, la miembro más joven del COI (27 años), “está a salvo” y jugó “un papel crucial en el esfuerzo humanitario” hecho para sacar a los deportistas.
Argumentando que no es apropiado ni necesario, el nuevo gobierno de los talibanes prohibió a las mujeres practicar deportes en Afganistán.
Un vocero del grupo extremista dijo a una emisora australiana que deportes como el críquet, obligarían a las mujeres a enseñar la cara y el cuerpo, algo que no está permitido por el Islam.
Tras la declaración medios internacionales incluyeron en la prohibición al equipo de críquet femenino de Afganistán.
El subjefe de la comisión cultural de los talibanes, funcionario considerado como parte de la línea dura, afirmó que el deporte femenino no es considerado por el Islam como apropiado y mucho menos necesario.
“No creo que a las mujeres se les permita jugar al cricket porque no es necesario”, fue enfático.
Y explicó que en la era de los medios habrá fotos y videos que expondrán a las mujeres, por lo que probablemente no será permitido el críquet ni otro deporte que las vulnere.
El nuevo gobierno, aún considerado interino, comenzó oficialmente a trabajar con integrantes cercanos a la parte más extremista de la agrupación ubicados en puestos clave y sin mujeres, documentó The Guardian.
Al respecto el Departamento de Estados Unidos, a través de un comunicado, expresó su preocupación de que el nuevo gabinete solo incluyera talibanes hombres y no mujeres, además de integrar personajes con antecedentes preocupantes.
Se informó que la junta de críquet de Afganistán no fue notificado sobre el destino de las mujeres en el deporte, aunque el programa para niñas fue suspendido.
En tanto deportistas afganas están escondidas desde que los talibanes tomaron la capital Kabul por miedo a las amenazas y las consecuencias de atraparlas jugando.
Tres chicas, un entrenador y un balón de fútbol. Lo que que puede parecer normal en esta parte del mundo, puede convertirse en una actividad muy peligrosa en Afganistán. Tras la toma del poder por parte de los talibanes, estas jóvenes futbolistas de Herat y su entrenador temieron por sus vidas y decidieron huir.
“Especialmente para nosotras, deportistas y chicas, especialmente para las mujeres… es una situación muy mala y tuvimos que irnos de nuestro país”, explica Sara, futbolista afgana.
“Nos pidieron que no mostremos sus cara porque temen por sus familias en Afganistán y la ubicación de su alojamiento también debe mantenerse en secreto, como lo solicitaron las autoridades italianas. Sin embargo, podemos mostrarles esto: una pelota de fútbol, solo un juego para muchos de nosotros, pero una actividad potencialmente mortal en su país”, cuenta Luca Palamara, reportero de Euronews.
Persiguiendo un sueño
Durante años, estas chicas persiguieron su sueño de convertirse en futbolistas profesionales en su país y no están dispuestas a renunciar a él.
“El fútbol me hace sentir poderosa. Quiero jugar y mostrar mis habilidades y mi talento en todo el mundo”, asegura Sara, futbolista afgana.
Consiguieron llegar a Italia gracias al trabajo incansable de la Asociación Cospe, que apoya los derechos de las mujeres afganas desde 2008.
“Temíamos mucho por sus vidas. Pero debo decir, aunque con la herida de no poder traerlos a todos, que cuando las vimos llegar a Florencia fue una emoción enorme, para todos. Poder abrazarlas y volver a verlas después de escucharlas en esas horas dramáticas fue verdaderamente una emoción que no olvidaremos”, afirma Anna Meli, de la Asociación Cospe.
Florencia ha acogido a 120 afganos
La ciudad de Florencia ha acogido a 120 refugiados afganos de los más de mil que han huido a Italia en las últimas semanas.
“Lo que les digo a mis ciudadanos es que nunca deben dar por sentadas la libertad y la democracia. Lo que está sucediendo en Afganistán puede suceder en cualquier lugar. Una cosa es luchar por los derechos de las mujeres en Italia y Europa, pero algo completamente diferente es hacerlo en un país donde arriesgas tu vida al hacerlo”, señala Dario Nardella, alcalde de Florencia.
Esperando que la paz llegue a Afganistán
“Mi esperanza y la de las otras chicas es quedarnos aquí y mejorar nuestro fútbol, nuestra educación y nuestro trabajo. Espero que algún día llegue la paz a Afganistán y volvamos a mi país”, dice Rosa, futbolista afgana.
