De Primera Mano/Por Rodulfo Reyes/Villahermosa.-Persiste entre la clase política criolla, desde hace por lo menos dos décadas, la creencia falsa de que quien gana la alcaldía de Centro se convierte en “candidato natural” a la gubernatura de Tabasco. Esto, pese a que la historia ha demostrado que ningún presidente municipal ha saltado de la Plaza de la Revolución a Plaza de Armas.
Debe precisarse que si bien Andrés Granier Melo fue titular del ayuntamiento y gobernador, cuando culminó su trienio (2000-2003) dejó pasar tres años de “desintoxicación pública” para buscar la Quinta Grijalva en 2006.
Se opina erróneamente que el edil de Villahermosa adquiere “carta de naturalización” para disputar la cartera de titular del Ejecutivo. No ha sido así.
En 2003, el priísta Florizel Medina Pereznieto ganó la comuna de Centro y dos años después pidió licencia para intentar ser mandatario estatal. Y aunque era el proyecto de Roberto Madrazo Pintado, la popularidad de Andrés Granier terminó por abortar el plan transexenal.
A mitad del período de Granier, el priísta Jesús Alí de la Torre logró la comuna para el trienio 2009-2012, pero un año antes de terminar su gestión se separó del cargo en busca de la gubernatura.
Alí cayó con 80 mil votos de diferencia ante el perredista Arturo Núñez Jiménez y se convirtió así en el militante del PRI al que le tocó la deshonra de perder Plaza de Armas tras siete décadas de poder absoluto.
De acuerdo con las cifras oficiales, Alí fracasó en los comicios de 2012 en Centro: este municipio por primera vez le dio la espalda al tricolor.
El ahora morenista es la prueba de que el electorado capitalino castiga a sus autoridades que no concluyen su mandato, y también la muestra de que ser edil villahermosino no da atribuciones especiales para aspirar de inmediato a la mayor encomienda del estado.
Los tropiezos de Florizel y Alí nada le enseñaron al perredista Gerardo Gaudiano Rovirosa, que fue alcalde un semestre de 2016 y todo 2017, ya que en 2018 abdicó al cargo para repetir el experimento que, para entonces, ya había demostrado ser fallido.
Hoy Alí y Gaudiano tropiezan con la misma piedra de cara a 2024: el expriísta se inscribió para ser candidato de Morena a la alcaldía del municipio que lo hizo perder en 2012 y que en 2018 lo ignoró cuando compitió por el Ejecutivo como “independiente”; ello, para ir por tercera vez por la silla grande.
Y por su segundo intento tras la Quinta Grijalva dentro de tres años, Gaudiano busca ahora ser diputado federal de una fuerza política diminuta.
El problema de las alcaldías de dos años (Gaudiano solo estuvo año y medio: le anularon la elección de 2015, hubo concejo municipal durante el primer semestre de 2016 y solo rigió en 2017), es que sus titulares desatienden su función de administrar por andar en campaña permanente.
Por eso la virtual postulación de Yolanda Osuna Huerta ha generado expectativas: no es política en el sentido tradicional de la palabra, lo cual la “vacuna” contra el virus de la “candidatitis”, por lo que no será “aspirante natural” a Plaza de Armas en 2024.
PARA SU INFORMACIÓN…
DE NUEVO EN los últimos días volvió a potenciarse el rumor de que Andrés Granier se registrará este domingo como aspirante a la candidatura del PRI a la alcaldía de Centro. Al parecer, el “borregazo” del martes se generó en virtud de que el efecto mediático de la presunta nominación del químico se estaba diluyendo y sus operadores consideraron que tenían que inflarlo de nuevo.