Rogelio Hernández López
El reportero aceptó la invitación de Dalia Reyes para impartir la asignatura Periodismo Político en el área de posgrado de la Facultad de Comunicación de la Universidad Autónoma de Coahuila. El asunto se puso más interesante, para él, cuando le informaron que los inscritos son periodistas en activo, que el curso es semipresencial y que su objetivo mayor es hacer ejercicios sobre la política actual.
—Esta invitación es todo un reto –pensó el reportero, porque obliga a revisar los modos de reportear y entender a los políticos, en momentos de aparentes cambios bruscos en todo el país.
Ojalá tuvieran oportunidades como ésta todos los periodistas, incluidos las decenas de opinadores que hacen columnas, artículos y/o comentarios en televisión y radio y que, en lugar de ayudar a entender, rebosan de lugares comunes, maniqueísmo y ecolalia–, sonreía entusiasmado mientras hacía un ajuste al temario de la clase para enviarlo a la reportera de cultura, maestra y doctorante, Dalia Reyes, bien conocida en Coahuila.
El reporterismo sí tiene método
Las primera diez horas de las 44 del curso fueron presenciales y los primeros temas pasaron la prueba de aceptación frente a los periodistas-alumnos, más un abogado hambriento de saber que también se inscribió.
El primer tema para taller ¿Dónde está la nota? sirve para demostrar que el reporterismo es la actividad esencial y ocupa el escalón más alto del periodismo y no se entiende así socialmente.
Muy poca gente estima el valor social de las mujeres y hombres que reportean asuntos de interés público. Todos los días hay muestras de ello: sobornos, descalificaciones, agresiones verbales o físicas, maltrato laboral.
En eso coincidimos todos los periodistas al hablar de nuestra profesión y también convergieron con ello los reporteros de Coahuila en esas dos primeras sesiones. Allí pusimos como ejemplo, de esa devaluación o falta de aprecio, que cuando asesinan a un periodista en México (normalmente reportero de seguridad o de política en algún estado y con preparación académica deficiente) no hay manifestaciones sociales de protesta, como si sucede en otros países.
El siguiente tema también fue para homologar la conclusión de que el reporterismo si tiene método para recoger o aprehender la realidad y convertirla en un producto que no existía: la noticia.
Pocos colegas han reevaluado que su procedimiento cotidiano tiene los pasos del método científico, desde recibir o asumir una orden o asignación, documentarse o hurgar en sus archivos, salir a la calle a encontrar los datos más nuevos (reportero sin calle se rebaja a googlero), confirmaciones, verificaciones, análisis o evaluación y luego la redacción o presentación antes de que entregarla para ser difundida.
Esas son las tres primeras sugerencias para reporteros:
–Reevaluar el proceso de construcción de la nota
–Revalorar que ocupan el escalón más alto del periodismo (Musacchio dixit) y
–Pulir, en la práctica, el método con las técnicas que lo complementan, para procesar toda la información y luego presentarla.
El primer ejercicio que se pide en este curso-taller es una reflexión sobre sí mismos y cuáles son las pautas éticas que aplican diariamente para hacer reporterismo.
¿Y cómo entender la política de estos días?
Los temas siguientes son también sugerencias para toda persona que tenga como actividad principal el reportear la política. Le servirán de guía para repensar, revaluar o, conocer las categorías sociológicas indispensables para ubicar bien lo que ocurre en México en estos días: sistemas, régimenes y modelos socioeconómicos y políticos.
Con el repaso de esas categorías y las corrientes sociológicas que las explican, se solicita hacer un reportaje sobre el Régimen y modelo político actual del estado (en este caso Coahuila), apoyados en la experiencia que todos los reporteros tienen en su entidad y en dos lecturas básicas:
–La Constitución Política de la entidad y
—En defensa de la Política, el libro que logra reivindicar extraordinariamente la actividad de la política y a sus actores, en contraposición de las formas vulgarizadas y anacrónicas de creer que la actividad es para “arreglos en lo oscurito” o para vivales corruptores. Si hay políticos serios, profesionales que saben el arte de hacer política para evitar sus expresiones violentas (Bernard Crick, edit. Tusquetts).
Las últimas sesiones son también, a juicio de este reportero, esenciales para la práctica cotidiana de sus colegas.
Se examina el fenómeno social y político recurrente en México desde la mitad del siglo anterior que ha sido el motor de los cambios y adecuaciones más trascendentes en la democracia mexicana: la resistencia social e insurgencias cívicas en los años 50, el 68, el 71, el 85, que produjeron las alternancias en la Presidencia de la República (PAN-PAN, PRI y Morena).
Con esos enfoques se facilita entender que los resultados de los comicios, de julio reciente, no fueron por generación espontánea, sino por acumulación de factores que permitieron el salto que hoy pocos opinadores entienden y si ayudan a confundir más.
Igual se examinan los cambios y estadios en la política de la entidad (en este caso Coahuila, del que algunos siguen diciendo que es netamente priista, no obstante que la coalición del movimiento Morena ganó las senadurías y 5 de las 7 diputaciones federales contra todas las previsiones).
Con todo eso, más los intercambios y experiencias de los alumnos seguramente saldrán los dos trabajos finales del curso: una Crónica periodística del primer año del gobierno actual de Coahuila y su modelo de gestión y un reportaje cronicado (tipo tesina) con el eje: la transición democrática en Coahuila y sus actores.
Este reportero cree que todos sus pares ocupados en la cosa pública debieran tener oportunidades de actualizar las formas, métodos y géneros más recientes para mejorar su nivel profesional y también opciones para que, con ayuda de las de las ciencias sociales, puedan disolver un poco del desconcierto que han provocado estos días los torbellinos desatados por el Poder Ejecutivo Federal. Aquí le dejo estas modestas sugerencias y mi disposición a compartir estos talleres con quien lo crea útil y necesario.