Agencias, Ciudad de México.- Jugarán esta semana en el Final Four en pos de un trofeo y del derecho de cortar las redes de las canastas. Y varios buscarán la medalla de oro en París.

En una de las peculiaridades cada vez más apremiantes de los principales deportes universitarios, el destino financiero de los basquetbolistas colegiales y de sus condiscípulos dedicados al fútbol americano tendrá un impacto desmedido sobre la capacidad de Estados Unidos para conformar equipos olímpicos exitosos más allá de los Juegos Olímpicos de este año en París.

Numerosos problemas consumen por ahora la atención del deporte colegial —los pagos por derechos de imagen, los salarios potenciales de los jugadores, la realineación de las conferencias junto con la expansión de los playoffs en el fútbol americano, los contratos televisivos y tal vez la ampliación de la fase decisiva de basquetbol.

Y todo ello afectará la forma en que los gimnastas, los luchadores y los deportistas en otras decenas de disciplinas olímpicas competirán en los Juegos durante los años por venir.

“Nuestros amigos en el USOPC (Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos) están preocupados con justa razón”, dijo Scott Stricklin, quien es director atlético de Florida.

Stricklin forma también parte de un panel del USOPC que estudia la relación entre el deporte colegial y el olímpico.

A diferencia de prácticamente todos los demás países, el gobierno estadounidense no financia a sus equipos olímpicos. Durante décadas, ese sistema ha funcionado porque Estados Unidos cuenta con el sistema colegial más ampliamente desarrollado. Es ahí donde entrena buena parte de los deportistas olímpicos del país y cientos que representan a otras naciones.

Pero los equipos para los que juegan dependen de la salud general de los programas de fútbol americano y basquetbol masculino. Los ingresos de estos deportes pagan prácticamente todas las disciplinas olímpicas que se practican en los planteles del país. Con base en tendencias recientes, alrededor del 75% del equipo estadounidense que se dirige a los Juegos Olímpicos de París estará confirmado por deportistas que surgieron del sistema colegial.

Un 82% de los medallistas olímpicos estadounidenses en los Juegos de Tokio 2021 practicaron su deporte en la NCAA.

En el nuevo panorama del deporte universitario – en el que los jugadores recibirán paga mediante acuerdos de compensación por derechos de imagen pero podrían también comenzar a compartir ingresos con las escuelas— hay una pregunta clave.

¿Habrá suficiente dinero para financiar todos esos pagos y seguir subvencionando a más de 5,900 programas de “deportes pequeños”, diseminados en 360 escuelas de la Primera División de la NCAA que constituyen la fuente de talento para los Olímpicos?

Un cálculo indica que las escuelas de la NCAA gastan más de 5,000 dólares anuales en deportes no rentables, como los olimpicos.

Ya sea que se trate de la decisión reciente en un caso que involucra a los jugadores de Dartmouth y a su deseo de sindicalizarse o de la propuesta del presidente de la NCAA Charlie Baker, de pagar 30,000 dólares anuales a los jugadores colegiales, parece inevitable que las universidades queden comprometidas a desembolsar dinero para estos deportistas en algún momento de la próxima década.

Sarah Hirshland, directora general del USOPC, dijo que si ello ocurre, algunas escuelas preferirían financiar al menos parte de la cuenta recortando programas de deportes olímpicos.

“Es ahí donde yo me siento superincómodo y digo: ‘Asegurémonos de que estamos reflexionando realmente sobre esto”, indicó Hirshland. “Proporcionar programas deportivos amplios en el campus es una parte esencial de nuestra cultura deportiva en Estados Unidos.

Podría encontrarse algo de dinero fresco a partir del aumento en los ingresos derivados de un acuerdo televisivo recientemente negociado con ESPN, por seis años y 7,800 millones de dólares, para el playoff del fútbol americano colegial.

Existe también la posibilidad de que un contrato por 8,800 millones por la fase final del torneo de basquetbol, vigente hasta 2032, pueda renegociarse si la NCAA expande el torneo de 68 equipos.

Pero incluso los líderes en las escuelas que podrían beneficiarse más de dichos ingresos incrementados descartan que éstos basten para cubrir los pagos a los jugadores de cada programa atlético.

Greg Byrne, director deportivo de Alabama, estimó que los salarios de los jugadores implicarán desembolsos de ocho dígitos.

“Y no existen algunos de esos recursos e ingresos”, advirtió. “Por lo tanto, esto podría tener impacto en el deporte olímpico, en el número de deportes que uno puede ofrecer y en el nivel de los mismos. He oído a colegas que dicen: ‘Bueno, simplemente vamos a reducir lo que ofrecemos’”.

No es una buena idea, a juicio de John Smith, bicampeón olímpico de lucha, quien es entrenador en Oklahoma State.

Smith habló sobre la realidad que enfrenta la mayoría de los jóvenes que se involucran en el deporte sin ambiciones de enriquecerse.

“¿Qué va a hacer esto con nuestra sociedad?”, preguntó. “¿Qué va a hacerle a los deportes de la escuela secundaria, de las ligas pequeñas, de las categorías juveniles? ¿Cómo va a ser afectado todo eso? Porque va a ser afectado”.

Los entrenadores y cuerpos técnicos de la Federación de Fútbol de los Estados Unidos, supervisados por el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos (USOPC), están empleando la IA para recopilar métricas de rendimiento humano en tiempo real, optimizando así los entrenamientos y estrategias de competición.

Según confirmó CNBC, la colaboración tecnológica también incluye iniciativas como la creación de un “corazón digital” por parte de Tata Consultancy Services para la maratonista Des Linden, quien a sus 40 años buscará una actuación destacada en las pruebas de maratón olímpicas.

Mike Levine, director de operaciones de innovación en rendimiento del USOPC, destacó en una entrevista con el mismo medio, que mediante la utilización de los avances en IA y visión por ordenador, “hemos sido capaces de rastrear y estudiar analíticas personalizadas de una variedad de deportes para determinar las fortalezas y deficiencias en el movimiento de un atleta y ayudarles a hacer planes de entrenamiento y competición informados por datos que pueden ayudarles a mejorar su rendimiento, así como su propia salud”.

La tecnología ahorra cientos de horas en el análisis de video y mejora la calidad de los datos recopilados, ofreciendo a los analistas y entrenadores más tiempo para aplicar los conocimientos en entrenamientos reales y competiciones.

El sistema 3D Athlete Tracking (3DAT), desarrollado por el Grupo de Tecnología Olímpica de Intel, está revolucionando el entrenamiento deportivo al permitir la creación de modelos tridimensionales de cuerpos de atletas, lo cual es utilizado por entrenadores para optimizar el rendimiento atlético.

La tecnología aprovecha las capacidades de captura de movimiento sin sensores y video digital para generar réplicas detalladas de los deportistas, ofreciendo una perspectiva que supera a la visión humana. Este avance ha sido implementado por Exos, una empresa de entrenamiento en Scottsdale, Arizona, enfocada en preparar jugadores de fútbol americano universitario para el NFL Scouting Combine.

El 3DAT posibilita el análisis avanzado de movimientos como el sprint de 36.6 metros, crucial para atletas que buscan incrementar su velocidad. Jonathan Lee, responsable del desarrollo de la tecnología en Intel y actual director de productos en la empresa londinense de tecnología deportiva ai.io, explicó que el sistema hace posible “ver maneras en que se mueven los atletas y detectar cosas que no son posibles con solo el ojo humano” explicó a CNBC.

Las cámaras digitales colocadas en la pista capturan la salida, aceleración, velocidad y el ángulo del cuerpo del corredor, traduciendo estos datos en un modelo esquelético personalizado para revisiones y ajustes inmediatos: “Necesita estar más erguido o inclinarse hacia delante, y darle consejos sobre cómo conseguirlo”.

La NFL, por su parte, viene implementando un innovador programa denominado Digital Athlete (Atleta Digital) con el apoyo de Amazon Web Services, destinado a minimizar los riesgos de conmociones cerebrales entre sus jugadores a través de la inteligencia artificial y la visión por computadora.

La iniciativa, que arrancó en 2019, proporciona un análisis exhaustivo de los datos de cada jugador durante entrenamientos y partidos, recopilados por sensores y cámaras, facilitando a los equipos una comprensión más precisa de las necesidades de salud y el rendimiento deportivo de sus atletas.

Jennifer Langton, vicepresidenta senior de innovación en salud y seguridad de la NFL, destacó la importancia de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático como “el eje central del programa”. Estas tecnologías permiten analizar grandes cantidades de información y generar automáticamente perspectivas sobre qué jugadores podrían beneficiarse al modificar sus rutinas de entrenamiento o recuperación. El proceso, antes manual y laborioso, ahora se optimiza con la ayuda del aprendizaje automático, marcando un antes y después en la gestión de la carga de trabajo y la recuperación de los deportistas.

El sistema de inteligencia artificial, que ha sido entrenado para identificar lesiones mediante el análisis repetido de imágenes de cascos desde todos los ángulos, permite a entrenadores y preparadores físicos ajustar las cargas de trabajo de los jugadores y planificar sus sesiones de entrenamiento de manera más eficaz.

Langton comentó a CNBC que, con suficiente entrenamiento, la IA puede identificar y clasificar colisiones de cabeza “exponencialmente más rápido y más fiable que los humanos”, durante los partidos y a lo largo de la temporada. El objetivo es reducir las tasas de lesiones y optimizar el desempeño en el campo.

Como prueba inicial, el programa Digital Athlete se implementó con cuatro equipos de la NFL en 2022, y ahora ofrece a los clubes información diaria sobre la carga de entrenamiento y consejos para la mitigación de riesgos. Además, proporciona tendencias de lesiones a nivel de liga y referencias comparativas previamente inalcanzables.

Alicia Glass, dietista deportiva de alto nivel del USOPC, actualmente emplea una aplicación de IA llamada Notemeal para optimizar la elaboración de planes alimenticios de unos 300 atletas del Atletismo y Natación Estadounidense. El desarrollo y la personalización de dietas se simplifican gracias al análisis de datos extraídos de 37 dietistas deportivos de equipos y organizaciones profesionales.

Notemeal facilita la creación de planes nutricionales altamente individualizados, tomando en cuenta las disciplinas deportivas, los regímenes de entrenamiento, metas, genética, masa corporal magra y tasa metabólica de cada deportista. Este adelanto no solo agiliza el proceso sino que contribuye a una mejor conciencia alimentaria y a un estilo de vida saludable, aspectos fundamentales para un rendimiento óptimo. Glass subraya que, a pesar de que los atletas compitan en las mismas pruebas, sus necesidades nutricionales son únicas.

Los atletas acceden a sus planes alimenticios personalizados a través de una aplicación móvil que les notifica cuando una nueva comida ha sido creada para ellos. Además de los menús, la aplicación también genera listas de compras y recetas personalizadas.

La atleta olímpica y ganadora del Maratón de Boston de 2018, Des Linden, se está preparando para las pruebas olímpicas del maratón de 2024 con una tecnología pionera: su corazón gemelo digital. Tata Consultancy Services (TCS), con sede en Mumbai, en colaboración con el desarrollador tecnológico francés Dassault Systèmes, ha creado una réplica virtual del corazón de Linden que replica la frecuencia cardíaca, el flujo sanguíneo y los niveles de oxígeno, permitiendo optimizar su rendimiento deportivo.

El corazón gemelo digital, generado a través de inteligencia artificial que analiza datos de TAC y resonancias magnéticas, proporciona retroalimentación instantánea que Linden y su equipo utilizan para ajustar su entrenamiento y estrategia de competición. Según el doctor Srinivasan Jayaraman, científico principal en TCS, esta tecnología permitirá entender “qué es una zona segura para que el entrenador de Des la haga pasar” sin necesidad de entrenamientos físicos que pueden ser exigentes o riesgosos.

Linden, con 40 años y en busca de su tercera participación en el equipo olímpico de Estados Unidos, no es ajena a la tecnología deportiva, desde sus tiempos de secundaria hasta el uso de zapatillas para correr de última generación. Resalta que el corazón gemelo digital “va a ser la siguiente gran novedad” destacando que le permite “trabajar más inteligentemente, no más duro” dijo a CNBC. Las pruebas olímpicas representan un desafío difícil, pero Linden está decidida a afrontarlas con la ventaja que esta tecnología le proporciona.

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