Carlos Hernández
Muy extraño resultó el falso anuncio de TV Azteca de que iba a transmitir los partidos de las Chivas para el próximo torneo.
Este fin de semana, canal 40 emitió un anuncio en el que aseguraba que el Guadalajara regresaba a la televisora del Ajusco. Y cuando ya todos empezaban a analizar lo que significaba este acuerdo, el club rojiblanco de inmediato aclaró que no era cierto, que todavía no determina qué televisora transmitirá sus partidos para la siguiente temporada.
Después de su fracaso con Chivas TV, el club tuvo que firmar otra vez con Televisa, aunque el consorcio los envió a su canal de paga, la señal de TDN.
De esa forma, el equipo más popular del país fue alejado de los fanáticos que no cuentan con televisión restringida.
En el futbol y en otros deportes, la televisión manda.
Las empresas televisivas pagan por transmitir los eventos deportivos. Y pagan bien, por lo que establecen condiciones.
Hace 40 años, Televisa tenía el control total del balompié mexicano: imponía directivos en la Federación Mexicana de Futbol y éstos controlaban a los árbitros, quienes marcaban a favor del América.
Muchos aficionados consideran que Televisa sigue teniendo las riendas, pero los tiempos han cambiado: se han realizado partidos –finales incluidas–, en que las Águilas son perjudicadas.
En la actualidad, Televisa se asoció con TV Azteca y ambas manejan el negocio más importante del juego: la selección nacional, una auténtica gallina de los huevos de oro.
Antes el futbol era manejado por un monopolio, ahora el control es del duopolio televisivo, mientras que empresas como ESPN, Fox Sports y Grupo Imagen buscan rebanadas del pastel.
Televisa, con los 4 grandes
En el torneo Apertura 2018, la televisora de Chapultepec tuvo los derechos de América (de su propiedad), Cruz Azul, Pumas y Chivas, los considerados cuatro grandes de México.
Además, transmitió a Necaxa (que manejó durante muchos años), Toluca y los Lobos, que no regresaron al descenso al pagar los 120 millones de pesos estipulados.
Caso especial es el de los Tigres. Para esta campaña, Televisa los mandó a Izzi, compañía de cable con pocos suscriptores.
El equipo de la UANL, con el apoyo de Cemex, tiene a la plantilla más cara de México. Sin embargo, su afición está restringida a Nuevo León. Es muy raro ver una playera de Tigres en otra parte del país y el mandarlos a la televisión de paga les quita reflectores.
Por su parte, TV Azteca es dueña oficialmente de dos clubes (Atlas y Morelia), además de que también toma decisiones en el Puebla. Transmite además al Santos y Veracruz.
Son cinco clubes que, la verdad, sólo despiertan interés en sus localidades.
Además, tres de ellos tienen problemas de descenso. Atlas, Puebla y Veracruz corren el riesgo de bajar de categoría, con lo que la televisora del Ajusco podría perder otro club, ya que los equipos que logran el ascenso ahora pueden negociar con otras televisoras, no solamente con el duopolio.
TV Azteca presta su señal de los juegos de Atlas y Santos a ESPN, cadena que es una potencia a nivel mundial, pero que en México no se ha metido de lleno en el futbol.
En cambio, Fox Sports ha dado varios golpes sobre la mesa y es una seria amenaza para el duopolio.
Primero logró convencer a Pachuca y León para televisar sus partidos y después también consiguió a Monterrey y Tijuana. Son cuatro equipos atractivos, que tienen buenos planteles y regularmente pelean por entrar a la liguilla.
No hay duda de que la programación futbolera de Fox es más atractiva que la de TV Azteca.
Grupo Imagen es la otra televisora de señal abierta. Adquirió en forma poco clara al Querétaro y además negoció con Fox para transmitir también a los Tuzos y esmeraldas, propiedad de Jesús Martínez, quien gozó de muchas prebendas por parte de los gobiernos priístas en Hidalgo.
Así, las Chivas disponen de un amplio abanico para firmar un nuevo contrato.
Los ingresos de los clubes provienen de publicidad en uniformes y en sus estadios, de la venta de abonos y boletos, pero sobre todo de sus contratos televisivos.
En época de crisis, Jorge Vergara está utilizando a las Chivas para sanear las finanzas de su empresa Omnilife y la venta de sus derechos televisivos será de las últimas oportunidades que tiene para hacerlo.
Las Chivas son el equipo más popular y por ello son el club más cotizado, ya que es seguido por fanáticos en México y en Estados Unidos.
Televisa por supuesto está tratando de retener al chiverío; TV Azteca, con el falso anuncio de la firma, ya demostró que sueña con transmitirlas; Fox Sports ha demostrado que tiene la capacidad económica para pelear con el duopolio; Grupo Imagen cuenta con el poder económico de la familia Vázquez Raña, mientras que ESPN parece mantenerse al margen.
Tal vez, al “líder mundial en deportes” no le quedaron muchas ganas de seguir en este deporte con la experiencia que tuvo con los Leones Negros.
Cuando el equipo de la Universidad de Guadalajara desechó las propuestas del duopolio, hubo varios partidos en que los arbitrajes parecieron estar en su contra, como si hubiera una tendencia para que regresaran a la liga de Ascenso. Inclusive, los jugadores así lo aseguraron en diferentes entrevistas.
Finalmente, los Leones Negros sólo estuvieron un año en el máximo circuito, pero su ejemplo de salirse del control del duopolio ya había dado frutos.
Hace seis años el magnate Carlos Slim ingresó al negocio del balón. Fue socio durante cinco años en el Grupo Pachuca, con los Tuzos y la Fiera. Fue entonces cuando surgió la esperanza de que el poder del entonces hombre más rico del mundo fuera un contrapeso para el duopolio.
Pero Slim se fue y el duopolio se quedó.
Por el momento, Televisa y TV Azteca siguen partiendo el pastel, pero cada vez hay más invitados a la fiesta del balón.