“El afamado asesino cinematográfico ha sido tachado de homofóbico por haber matado a una pareja gay”
Por Eros Ortega Ramos/Ciudad de México.- A mediados de octubre del año en curso, llegó a los cines de México la famosa película de terror “Halloween Kills” con todo su despliegue de violencia que desde hace décadas ha caracterizado a la franquicia del mismo nombre, misma que, desafortunadamente, en estos últimos días se ha visto envuelta en una fuerte polémica por la supuesta actitud “homofóbica” del asesino y protagonista de la cinta; Michael Myers, de la cual voy a hablar más adelante. Por ahora hay que aplaudir que vuelve a la carga la tremenda actriz Jamie Lee Curtis en su personaje de “Lurie Strode”, quien de nueva cuenta se enfrenta con Myers como ya lo ha venido haciendo desde hace ya más de 25 años, pues cabe recordar que desde 1978 este clásico del cine de terror ha venido asustando a diferentes generaciones a lo largo de las 12 películas que se han realizado con el asesino como protagonista.
Sin embargo, no fue ni en su estreno en 1978, ni en 1981, ni en 1983, ni en 1988, 1989, 1995, 1998, 2002, 2007, 2009 ni en 2018, sino hasta el 2021 cuando el largometraje dio de qué hablar en diferentes redes sociales semanas después de haber sido estrenado con dicho título, y no por la brillantez del lenguaje cinematográfico de la cinta, sino debido a la antipatía que generó en algunos sensibles internautas notablemente molestos por una escena en la cual una pareja gay, muy probablemente simpatizante de la comunidad LGBT, es brutalmente asesinada. Una publicación que circuló por Twitter ejemplifica la incontenible indignación de la que hablo:
Fuente:CinePremier
La traducción del mensaje literalmente sería la siguiente: “Michael Myers es homofóbico”. Y es que cómo es posible que un trastornado asesino serial decida asesinar a un par de homosexuales en lugar de a un par de heterosexuales ¿No lo cree? ¿Qué habrá pasado en ese momento por la cabeza de ese intolerante, excluyente, machista, sexista, retrógrada, conservador y representante del patriarcado Myers? O más bien: ¿Qué habrá pasado por la cabeza del realizador al atreverse a filmar tremenda atrocidad en contra de la comunidad LGBT? ¿Acaso está exhibiendo esa homofobia recalcitrante guardada en sus entrañas desde hace tiempo pero que no había podido ser sublimada en forma de película sino hasta el presente año? Quizá le resulten ridículas mis interrogantes e innecesariamente sarcásticas también, pero semejante queja por parte de aquel sector de internautas indignados me parece completamente irrisoria. ¡Estamos hablando de un personaje que es un asesino serial! Sí: ¡UN A-S-E-S-I-N-O S-E-R-I-A-L! Quien, de acuerdo con el argumento principal que sustenta el guion, padece de algún trastorno mental, de ahí que mate deliberadamente a todo aquel que se le ponga enfrente.
Pero ese afán de ofenderse hasta de la fantasía ya llegó demasiado lejos, y digo “fantasía” porque estamos hablando de una película, la cual, aunque parezca de lo más obvio e inclusive estúpido aclarar; es mera ficción, por lo que no tiene cabida en la realidad. Y aunque en un caso hipotético Myers eligiera únicamente a homosexuales para quitarles la vida: ¿Tendría algún sentido reclamarle al realizador por su falta de heterosexuales en la lista de candidatos por asesinar? Y peor aún: ¿Sería válido el reclamo de heterofobia hacia este? Porque de lo que se trata en estos tiempos posmodernos de indignación generalizada e inclusión forzada es de reclamarle hasta a los personajes ficticios de una película esa supuesta “fobia” que por muchos años ha sido practicada hacia las minorías sexuales. Y me parece excelente que hoy en día esa forma de discriminación sea permanentemente combatida con la exigencia de sensibilización, pero el calificar de homofóbico a un personaje ficticio que es encarnado por un asesino en serie me parece un disparate total, de hecho, he de confesarle que por un momento pensé que se trataba de una broma de mal gusto, pero al consultar diferentes noticias en la web me di cuenta de que era verdadera la acusación.
Ahora me pregunto: ¿Qué pasaría si bajo este mismo criterio juzgáramos a otros personajes ficticios por practicar alguna “fobia” o forma de violencia en contra de sus víctimas? Prácticamente, los creadores de una novela o película con este tipo de contenido tendrían que modificar por completo sus obras, con la finalidad de no perjudicar a ningún sector que pudiera llegar a ofenderse. Me viene a la cabeza, por ejemplo, el también asesino perfumista, Jean-Baptiste Grenouille, quien por obra del escritor alemán Patrick Süskind en la novela “El perfume”, mató a decenas de mujeres para crear una fragancia que pudiera dominar mediante el amor a toda la humanidad. ¿Acaso podríamos argumentar que Grenouille es sexista por escoger a puras mujeres y no a hombres para llevar a cabo su maquiavélico plan de dominación? Y si sí pudiéramos acusar al personaje ficticio de practicar dicha actitud en consecuencia machista: ¿También podríamos exigirle a Süskind que se disculpara por su obra en la cual no incluyó a hombres en la lista de los que también debían de ser asesinados? ¿O sea que podríamos argumentar misandria por parte del escritor alemán?
Recuerdo que hace algunos años circularon algunas publicaciones en Facebook en donde inclusive se le acusaba a este mismo escritor de hacer apología al feminicidio por esta misma obra, como si los artistas fueran los verdaderos y únicos culpables de la terrible situación de violencia que no deja de agraviar a víctimas inocentes, entre ellas a los que expresan sus ideas y emociones mediante el noble oficio del arte que por pretender representar la realidad mediante la escritura y la actuación, terminan siendo juzgados y responsabilizados por situaciones ajenas a su control.
Gracias por su lectura.
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