abril 22, 2020

Javier Alatorre miente y difama, pero es amigo

Un apercibimiento público no es suficiente. Es nada. Muy pronto vendrán más, y más, y más.

Por Raúl Caraveo Toledo/Ciudad de México.- Así lo dijo Javier Alatorre la noche del viernes 17: “Como todas las noches, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell encabezó la conferencia sobre las cifras de contagio y fallecimientos por #Covid_19 en México. Pero sus cifras y sus conferencias ya se volvieron irrelevantes. Es más, se lo decimos con todas sus palabras, ya no le haga caso a Hugo López-Gatell. Gobernadores de distintas entidades desmintieron las cifras del subsecretario de Salud e incluso el propio López-Gatell se fue de bruces en una entrevista de Wall Street Journal y aceptó sus falsedades, pero vamos por partes, las denuncias y la pérdida total de confianza en López-Gatell fueron inicialmente externadas por el gobernador de Baja California Jaime Bonilla”.

Esto respondió el Presidente López Obrador el fin de semana; “(…) sigamos las recomendaciones, los consejos que nos están transmitiendo los especialistas, de manera muy particular las recomendaciones del Dr. Hugo Lopéz-Gatell (…) por eso creo que se equivocó mi amigo Javier Alatorre, anoche, que llamó a no hacerle caso al doctor Hugo López-Gatell, creo que fue una actitud no bien pensada, porque Javier es una persona buena, creo que cometió un error como cometemos errores todos, y además hizo uso de su libertad; cada quien puede expresarse y manifestarse, no debe de haber de ninguna manera linchamiento político por alguien que no comparta nuestro punto de vista, inclusive que pueda decir algo en estos momentos difíciles que afecte a la colectividad, incluso que pueda ser hasta dañino para los seres humanos, que no es esa la intención de Javier, pero tiene el derecho a expresarse a manifestarse, que viva la libertad, prohibido prohibir; nosotros llegamos aquí donde estoy porque queremos que se respeten las libertades, que no haya autoritarismo, que se garantice el derecho a disentir, pero si aclarar que no está bien llamar a no hacerle caso al doctor Hugo López-Gatell, él es una autoridad, él nos representa; a mí me representa, yo me siento representado por él, yo, mi familia, pero creo que todos los mexicanos; debemos hacerle caso a los especialistas”.

El lunes 20 siguiente Javier Alatorre –como entrada al entrevistar a Hugo López-Gatell dijo; “Ante las inconsistencias afirmamos que no se debía hacer caso a las informaciones que presenta el Sub Secretario de Salud; nos referíamos a los datos, a las cifras, a las incontingencias (Sic.) y no a las medidas sanitarias, (…) en Tv Azteca siempre hemos sido respetuosos de las leyes y particularmente con aquellas que procuran la salud, que procuran la integridad de los mexicanos…”

La arrogancia de Alatorre supera su capacidad de reconocer un error y ofrecer disculpas; primero lo hace su amigo el Presidente por él, que él de forma directa frente a su teleaudiencia y frene a la persona que difamó.

Javier siempre ha sido un mal periodista, ahora considera que puede alterar el sentido de sus palabras a su comodidad; desconoce la existencia de la semántica y la sintaxis; y cree que su audiencia es ignorante, solo lamento que sea egresado de la UAM Xochimilco, no hace honor a su formación.

Con todo lo anterior –en otro país- la carrera de Alatorre habría terminado, sin embargo, en México no. Seguirá con la pérdida de credibilidad arrastrando la indiferencia con lo que caerá el rating de la televisora en la cual no sabemos realmente qué papel juega. Está claro que no solo es conductor del principal noticiero de Tv Azteca, es mucho más que eso, hoy tiene un mediocre papel similar a Joaquín López Dóriga para Televisa en sus buenos tiempos.

Mientras eso sucede, López Obrador abre la posibilidad de que le sigan faltando el respeto a él, a la nación y a la unidad de los mexicanos; no importa siempre y cuando sea en ejercicio de sus libertades de expresión.

Entonces no habrá sanción, no habrá multa. No se aplicará la ley, si eres mal periodista y llamas a la desobediencia civil –siempre y cuando seas amigo del Presidente- no habrá aplicación de la ley.

El límite de la conciliación está en la delimitación de las funciones de cada quien. Delimitación de las funciones del Presidente; de un medio de comunicación; de un mal periodista; de cualquier ciudadano.

Un apercibimiento público no es suficiente. Es nada. Muy pronto vendrán más, y más, y más.

Gracias por su lectura y reproducción

@raulcaraveo
*Raúl Caraveo Toledo escribe para: www.sdpnoticias.com; www.sinlineamx.com; www.gobernantes.com; www.revistadigitalqr.com.mx; www.todoincluidolarevista.com; www.noticaribe.com; www.insurgentepress.com.mx y en Chicago, Illinois en www.laprensaus.com y www.vocesmigrantes.us.

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