Agencias/Ciudad de México.- La desaparición y posterior muerte de un empresario mexicano provocó que hasta el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, hablara sobre el tema en su conferencia de prensa. Sin embargo, no ha sucedido lo mismo con los cientos de miles de desapariciones forzadas en el país latinoamericano.
Se trata del empresario de 41 años Íñigo Arenas Saiz, quien fue reportado como desaparecido la madrugada del 6 de agosto, tras haber visitado el bar República, ubicado en el lujoso barrio de Polanco, al norponiente de la Ciudad de México.
Polanco es considerada una de las zonas más acaudaladas de la capital mexicana, una zona donde se encuentran algunas de las boutiques más prestigiosas del mundo, con varias galerías de arte y recintos como el Museo Soumaya, propiedad del multimillonario mexicano Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo, según el índice de Bloomberg.
De acuerdo con medios como El Financiero, la renta de un departamento en dicha zona promedia los 85.000 pesos mensuales (unos 4.970 dólares), en un país donde solo el 5% de la población tiene sueldos equivalentes a ese precio de rentas, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Que la desaparición ocurriera en una zona tan adinerada llamó la atención de la prensa nacional, pese a que actualmente se estima que, según diversas organizaciones civiles como Jóvenes Buscadores de Sonora, hay casi 300.000 personas desaparecidas en todo el territorio mexicano, más de 100.000 en lo que va del sexenio, una cifra que el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha adjudicado a un desfase en la actualización de cifras oficiales.
“Sí hay una disminución [en los casos de desaparecidos]. Lo que sucedió es que no se actualizaban los censos y entonces se empezaron a dar cifras, y a nosotros nos llamaba la atención que había más desaparecidos en el Gobierno nuestro que en todo el tiempo de los anteriores Gobiernos.
“Imagínense, nos comparaban y teníamos más desaparecidos que en la época de la guerra [contra el narcotráfico] de [el expresidente] Felipe Calderón, y los estaban usando nuestros adversarios, pues ya ven que esos están al acecho y no les importa lucrar con el dolor ajeno, son tiempos de zopilotes”, declaró el mandatario el pasado 2 de agosto.
López Obrador incluso ha rechazado reunirse con agrupaciones como las Madres Buscadoras, dedicadas a la búsqueda de restos en desiertos y cuya líder, recientemente, pidió al jefe de Estado acompañarlas en una jornada de búsqueda para que conozca que no se trata de acusaciones falsas, sino de casos reales.
Según la versión de las autoridades locales, la última vez que se vio con vida a Íñigo Arenas Saiz fue la madrugada del 5 de agosto, aproximadamente a las 02:50 horas, cuando salió del establecimiento República.
Versiones extraoficiales sostienen que el personal del bar le pidió a Arenas Saiz retirarse debido a su estado de ebriedad.
Las autoridades explicaron en una conferencia de prensa que el empresario permaneció en la calle Presidente Masaryk hasta cerca de las 03:18 horas, momento en el que se pierde de vista de las cámaras públicas y privadas.
Muestran video tras desaparición de empresario en Polanco
El dueño del antro ‘República’, Javier Díaz, publicó el momento en el que presuntamente salió Iñigo Arenas de su establecimiento a las 2:46 h.
Señala que se encontraba en estado de ebriedad.pic.twitter.com/TZmQtzUweN
— Ignacio Gómez Villaseñor (@ivillasenor) August 7, 2023
Los reportes oficiales indican que la desaparición no está relacionada “con ningún hecho delictuoso”, sino con que el propio empresario habría decidido trasladarse a otro establecimiento, ubicado en el Estado de México, sin que hasta el momento se sepa cómo fue que se trasladó allá.
El 6 de agosto, diversas organizaciones difundieron la ficha de desaparición de Íñigo Arenas. Y no fue hasta la mañana del 7 de agosto que se confirmó el hallazgo del cuerpo, tras difundirse rumores respecto a que el cuerpo se había encontrado en el bar Black Royce, en el municipio de Naucalpan, en la zona conurbada de la Ciudad de México.
Horas después, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México anunció que, desde el 6 de agosto, se tenía conocimiento del hallazgo de un cuerpo al interior de Black Royce, lo que contrasta con algunas fuentes que señalaban que el cadáver del empresario habría sido hallado fuera de dicho establecimiento.
El Club Black Royce, un lugar de venta de alcohol y comida, fue clausurado por las autoridades locales tras confirmarse la muerte del empresario, adjudicada a una broncoaspiración, según versiones difundidas por la activista Saskia Niño de Rivera.
La Fiscalía del Estado de México ya inició una investigación por la localización del cuerpo dentro del establecimiento.
Íñigo Arenas Saiz tenía 41 años. Era ingeniero industrial por la Universidad Iberoamericana y contaba con un máster en Administración de Negocios por la Escuela de Negocios del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE).
En su perfil de Linkedin, se describía como un director y consultor de negocios internacionales y emprendedor con experiencia en al menos 10 empresas, de las cuales en dos fungió como cofundador.
Su primer trabajo fue como gerente de proyectos para la empresa Bancotel y el último que aparece en dicha red social es como director de operaciones en Feher Consulting. Entre las corporaciones en las que colaboró se encuentra Grupo Tenerife y Aerobal.