Agencias/Caracas.- El Gobierno de Juan Manuel Santos y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el segundo movimiento armado de Colombia, pactaron abrir la primera fase pública de las negociaciones de paz en Quito, Ecuador, el próximo 27 de octubre, según han informado ambas delegaciones en Caracas, Venezuela.
Además, la guerrilla ELN se comprometió a liberar a dos secuestrados antes de esta fecha, aunque sigue sin reportar cuántas personas tienen en su poder.
El anuncio llegó una semana después de que los colombianos rechazaran los acuerdos pactados entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) en el plebiscito realizado el 2 de octubre.
El Presidente Juan Manuel Santos se vio obligado a iniciar un nuevo diálogo nacional con las FARC y ELN.
Si Santos lograra un pacto con ambas guerrillas, la violencia que ha asolado a Colombia durante más de 50 años –con cerca de ocho millones de víctimas- quedará reducida a las bandas criminales vinculadas al narcotráfico y al paramilitarismo aún presente en muchas zonas del País.
El proceso de diálogo entre el Gobierno y la comandancia del ELN iniciará con la petición de los elenos de ¿cómo será la participación ciudadana durante la negociación?, el punto 1 de la agenda que ambas partes aprobaron el pasado 31 de marzo.
Este apartado también incluye “el tratamiento de la situación jurídica de los sindicados y condenados por actos en el desarrollo de la movilización social”. Es decir, aquellas personas que durante estas décadas de conflicto hayan sido enjuiciadas y condenadas por su vinculación a la guerrilla.
A la espera del inicio de las mesas de trabajo, el Presidente Santos adelantó que que no pretenden a crear otro tribunal especial de paz, por lo que los guerrilleros del ELN serán juzgados de la misma forma que se ha acordado con las FARC.
La negociación continuará por el punto relativo a las acciones y dinámicas humanitarias, como señala el documento que han leído en la capital venezolana.
Los negociadores han cambiado el orden del proceso para reafirmar el compromiso de la guerrilla con la liberación de dos de los secuestrados que tienen, que se sumarían a los tres campesinos ya liberados en las últimas semanas.
Esta práctica, junto a la extorsión, ha sido su fuente de financiación principal, aunque en los últimos años los vínculos con el narcotráfico han ido a más. “Se debe resaltar que se decidió iniciar las negociaciones discutiendo simultáneamente dos puntos para ayudar a construir la paz”, ha dicho el presidente momentos después.
La delegación del Gobierno ya no está encabezada por Frank Pearl, economista, ex Alto Comisionado para la Paz, exministro del Presidente Santos y negociador plenipotenciario en los diálogos con las FARC. Le sustituye en el cargo Mauricio Rodríguez, exembajador en Londres con el Gobierno del expresidente Álvaro Uribe, experiodista y hermano de la mujer del actual mandatario.
Santos ha recalcado en su intervención posterior al anuncio que “en las próximas semanas se conocerán a los equipos negociadores”, sin aclarar si los firmantes de este documento permanecerán en la mesa de diálogo.
Si Rodríguez mantiene el cargo de responsable de la delegación, delante ya no tendrá a Antonio García, comandante del ELN y miembro de la guerrilla desde los años setenta, que anunció la agenda el pasado marzo.
En su lugar firma el documento Pablo Beltrán, miembro del Comando Central (Coce), el órgano que rige las decisiones de la guerrilla. Cada equipo estará integrado por hasta al menos 30 representantes. En las sesiones solo podrán participar 10 personas, cinco principales y cinco suplentes, y contarán con la ayuda de los asesores que consideren necesarios.
Desde enero de 2014 a marzo de 2016 se han realizado una serie de encuentros privados entre ambas delegaciones en Ecuador, Brasil y Venezuela.
A estas reuniones asistieron, además, Noruega, Cuba y Chile, todos ellos países garantes de la negociación. Las negociaciones con el ELN se celebrarán principalmente en Ecuador aunque habrá sedes paralelas en Venezuela, Chile, Cuba y Brasil.
Hasta ocho presidentes han intentado en vano iniciar un proceso de paz con el ELN, una guerrilla que ha tenido un componente político mucho más marcado que el de las FARC.
El ELN nació en 1964, casi a la par de las FARC, con una ideología que mezcla cristianismo, marxismo y nacionalismo radical.
Las autoridades colombianas estiman que la guerrilla cuenta con unos 1.300 miembros aunque algunos analistas creen que la cifra asciende hasta 2.000. Pese a ser número inferior a los cerca de 6.500 que se presupone a las FARC-, el ELN había intensificado sus ataques en los últimos cinco años.
El temor a que el ELN ocupe los espacios dejados por las FARC era también mayúsculo. Los principales riesgos se concentrarían en aquellas regiones donde operan los frentes más beligerantes, el circuito conocido como ABC (Arauca, Boyacá y Casanare), Norte de Santander, Chocó, Cauca y Nariño.