Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- La hepatitis C es una enfermedad que debe ser considerada como un problema de salud pública, afirmó Aldo Torre Delgadillo, titular del Curso de Alta Especialidad en Hepatología Clínica y Trasplante Hepático del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” (INCMNSZ).
El especialista en gastroenterología y hepatología explicó que esta enfermedad está considerada como “silenciosa” que no presenta síntomas y que puede tardar hasta 20 años en manifestarse. Sin embargo, advirtió, puede causar daños irreversibles en la salud.
Afirmó que en México existe el propósito de eliminar esta enfermedad a través de un diagnóstico oportuno para apoyar a quienes la padecen.
Torre Delgadilllo fungió como coordinador del foro “Segundo Preceptorship: Abordaje Integral de la Hepatitis C en México”, organizado por la Unidad de Hepatología y Trasplante Hepático del Departamento de Gastroenterología del INCMNSZ.
En un comunicado, el especialista señaló que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) suman 399 mil muertes anuales por enfermedades relacionadas con la hepatitis C1, apuntando que actualmente ya son más de 400 mil mexicanos los que viven con la infección y únicamente 20 por ciento de ellos está diagnosticado.
Agregó que es fundamental contar con el mayor número de pacientes diagnosticados para que inicien el tratamiento oportunamente, sobre todo quienes en algún momento de su vida utilizaron drogas inyectables o inhaladas, fueron transfundidos antes de 1995, se realizaron tatuajes o piercings, o si están infectados por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).
“Gracias a la ciencia, la innovación y a la medicina basada en evidencia, diversos países han avanzado en la materia, sin embargo, en el caso de México no hay estrategias enfocadas en prevenir e informar la enfermedad”, agregó.
En este sentido, detalló que al contar con tratamientos especiales como el denominado pan-genotípicos, México podría llegar a las metas establecidas por la OMS que buscan reducir hasta 90 por ciento el número de nuevos casos de hepatitis C y en un 65 por ciento la mortalidad para el año 2030.