Agencias, Ciudad de México.- La llegada de la inteligencia artificial (IA) al alcance de todos ha causado revuelo. Algunos que nunca tuvieron talento ni tiempo para perfeccionar sus habilidades artísticas la ven como la panacea, mientras que los artistas reconocen el riesgo que entraña. Recientemente George R.R. Martin y otros escritores demandaron a la empresa Open AI por el uso de sus textos para alimentar a Chat GPT, ¿cuánto tiempo debe pasar para que los ilustradores hagan lo mismo?
El “arte” generado por IA plantea dudas sobre la autenticidad y originalidad del proceso creativo, pues aunque puede replicar estilos artísticos con asombrosa precisión, carece de experiencias, emociones y perspectivas humanas. El peligro radica en desvalorizar la creatividad humana, haciendo que las obras artísticas se conviertan en meras imitaciones sin alma.
https://twitter.com/ammaar/status/1707975011049635983
Recientemente, el tema volvió a debatirse en redes sociales cuando un diseñador llamado Ammaar Reshi compartió en X los paneles de un cómic de Batman hechos con IA, celebrándolo con estas palabras:
¡El último modelo de generación de imágenes de OpenAI, DALL-E 3, hace que sea MUY fácil crear cómics! Aquí hay 4 paneles de un cómic de Batman hecho por fanáticos en menos de 5 minutos.
Las imágenes tienen muy buena calidad, y revelan que la IA es capaz de hacer el trabajo de un ilustrador profesional en un tiempo récord. Ante esta situación el dibujante Javier Rodríguez, quien ha trabajado para Marvel y DC, respondió a Reshi que lo hecho por la IA es un robo:
Lo mismo podías hacer hace un tiempo con una fotocopiadora y unas tijeras. Robar el arte de otras personas parece ahora más fácil y lucrativo para quienes están detrás de los modelos generativos.
A esa crítica se sumó la del escritor y director Justine Bateman, quien en su cuenta de X escribió:
Warner Bros. y DC Comics, cuanto más esperen para enviar equipos legales a Open AI, etc.. para exigir que se eliminen los conjuntos de entrenamiento generativos de IA que contienen su trabajo protegido por derechos de autor, hacen que toda su biblioteca se utilice libremente. Pocos comprarán un estudio sin bibliotecas con derechos de autor defendibles.
La IA ha logrado avances notables en diversos campos, incluyendo el arte. Los sistemas pueden producir obras impresionantes, desde generar pinturas hasta componer música. Sin embargo, a medida que esta tecnología avanza, es esencial analizar los riesgos que conlleva en el ámbito artístico.
Increíble.
Imágenes generadas con Bing Chat, que usa tecnología Dall-e 3.
Con un sencillo prompt puedes crear dibujos que son una pasada.#IA #DC #superheroes #Batman #InteligenciaArtificial pic.twitter.com/5CFX1pCUzk— David Bernad | GBeasts (@DavidBernadWeb) October 5, 2023
También surgen dilemas éticos complejos, especialmente en relación con los derechos de propiedad intelectual. ¿Quién posee los derechos de una obra generada por IA? ¿El creador del sistema, el artista que entrenó al sistema o la propia IA? Estas cuestiones desafían las nociones establecidas de autoría y propiedad artística.
Además, la avanzada capacidad de la esta tecnología para producir obras de alta calidad pone en riesgo la subsistencia de los artistas humanos. Se corre el peligro de desvalorizar las habilidades artísticas humanas y reducir el mercado para obras creadas por humanos. Y aunque el arte generado por IA puede ser estéticamente agradable, a menudo carece de la profundidad emocional que el arte humano ofrece, lo que podría llevar a una experiencia artística estéril.
A pesar de las innovaciones que la IA ha traído al mundo del arte, es vital reconocer sus peligros. Las amenazas a la autenticidad creativa, las implicaciones éticas, los posibles sesgos y el impacto en los artistas humanos requieren reflexión. Es esencial equilibrar el avance tecnológico con la preservación de la creatividad humana.
I asked DALL-E 3 to generate a batman comic and honestly what the fuck pic.twitter.com/4dGBRrNf6e
— Kyle Erf (@KyleErf) October 2, 2023