Agencias/Ciudad de México.- La República Checa ha intensificado su seguridad energética al completar un proyecto para poner fin a su dependencia del petróleo ruso, informó el gobierno.
Las mejoras para aumentar la capacidad de suministro de petróleo a la República Checa a través del oleoducto TAL se han completado, poniendo fin a la necesidad del país de importar crudo ruso, dijo el primer ministro Petr Fiala.
Anteriormente, la República Checa recibía aproximadamente la mitad de su petróleo, o 4 millones de toneladas métricas, a través del oleoducto Druzhba desde Rusia.
El primer ministro Petr Fiala dijo que las importaciones rusas ya no eran necesarias porque el país “puede obtener todos sus suministros de petróleo desde Occidente”.
Los checos han invertido más de 1.500 millones de coronas checas (61 millones de dólares) para duplicar la capacidad del oleoducto italiano TAL a 8 millones de toneladas métricas al año. Una rama del oleoducto, que continúa como IKL a través de Alemania, sirve a la República Checa. Esa cantidad de petróleo importado cubrirá completamente la necesidad del país.
El ministro de Finanzas, Zbyněk Stanjura, indicó que la refinería Orlen Unipetrol no planea importar más petróleo ruso a partir de la segunda mitad del año.
La República Checa, Eslovaquia y Hungría son los únicos países de la Unión Europea que aún reciben petróleo de Rusia. Los otros 24 dejaron de comprar petróleo ruso como parte de las sanciones de la UE tras la invasión a Ucrania por parte de Moscú en 2022.
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Desde la invasión rusa de Ucrania en 2022, Praga se ha esforzado por desligarse del petróleo y el gas rusos.
El país ya carecía de contratos directos con proveedores de gas rusos. Ahora que el oleoducto TAL tiene capacidad para satisfacer toda su demanda de crudo, ya no necesita depender del oleoducto Druzhba desde el este, que antes llevaba la mitad de sus suministros.
“Es un momento crucial para la República Checa, porque Rusia ya no puede chantajearnos (con el suministro de energía)”, declaró Fiala.
Las mejoras del gasoducto transalpino (TAL), que va de Italia a Alemania antes de alimentar un conector, duplican la capacidad disponible para la República Checa hasta 8 millones de toneladas al año, suficiente para sus necesidades.
Aún deben completarse las pruebas y la certificación, pero Fiala declaró que el país ya puede contar con TAL en caso de que se interrumpan los flujos rusos a través de Druzhba, que abastece a la República Checa desde hace seis décadas.
La empresa estatal de oleoductos MERO indicó que espera empezar a aumentar los envíos de crudo en el segundo trimestre.
La República Checa empezó a diversificar sus suministros en 1995 con la construcción del oleoducto IKL, que conecta con TAL, en el sur de Alemania. No obstante, una de las dos refinerías checas, ambas propiedad de la polaca Orlen, siguió procesando petróleo ruso.
La República Checa ya dejó de importar gas ruso a principios de este año.
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