Redacción InsurgentePress/Ciudad de México.- Dos militares vestidos de civil mataron a dos de cuatro rateros que con sendas armas pretendían despojar de sus pertenencias a pasajeros en un camión del transporte público bajo el puente de la Avenida 1° de Mayo y Periférico, en el municipio de Naucalpan, Estado de México, este miércoles.
El secretario del Ayuntamiento de Naucalpan, Horacio Jiménez López informó que los elementos del Ejército viajaban en calidad de pasajeros y reaccionaron contra los delincuentes que accionaron sus armas en la unidad de transporte público.
“Ellos vienen como pasajeros, son amagados por los delincuentes y repelen en consecuencia”, dijo Jiménez López.
En el asalto, precisó el funcionario municipal, participaron cuatro delincuentes que portaban armas de fuego, dos de ellos lograron escapar, otros dos murieron al interior del autobús.
Jiménez López detalló que los militares se presentaron ante los mandos del cuartel del Ejército y posteriormente declararon ante el Ministerio Público de Naucalpan para deslindar responsabilidades sobre los hechos.
En este caso, añadió, los militares tienen permiso de portación y manejo de armas, con el atenuante que actuaron en un caso de emergencia en favor de la ciudadanía, aunque estaban fuera de servicio.
“Un servidor de las instancias de seguridad, no es ajeno, aunque esté fuera de servicio, en un caso de emergencia inminente”, comentó el funcionario.
Los dos militares enfrentaron a los cuatro rateros en una balacera al interior de la unidad con número económico 212, placas 739062J, que circulaba en la Colonia Alce Blanco, cerca del paradero del Toreo Cuatro Caminos en los límites del Distrito Federal y Estado de México.
Tras el enfrentamiento los militares descendieron de la unidad caminaron hasta las instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
De acuerdo al primer un reporte oficial reportó que los delincuentes abordaron la unidad con dirección hacia Observatorio y sacaron sendas pistolas con las que amagaron a los pasajeros para que entregaran todas sus pertenencias.
Un pasajero—elemento del ejército vestido de civil— que portaba un arma enfrentó a los dos delincuentes cuyos cuerpos sin vida quedaron tirados al interior del camión.