InsurgentePress, Rusia.- La inspiración francesa pudo más que el impulso croata, el orden y el pragmatismo por encima del coraje y la motivación.
Francia derrotó 4-2 a Croacia en la Final de Rusia 2018 y es el nuevo campeón, el cuarto europeo de forma consecutiva y la segunda vez que el conjunto galo levanta el trofeo de la FIFA.
Pasaron 12 años para la revancha francesa, la celebración que quedó pendiente en Berlín en aquella Final ante Italia y que trasladaron con una nueva generación a Moscú.
Un infortunio abrió la cuenta en el Luzhniki. El rematador croata Mario Mandzukic ratificó ser muy efectivo en el juego aéreo, pero se cabeceó hacia el otro lado y venció a su guardameta, Danijel Subasic. Era el minuto 18 apenas.
Nada desesperó a los balcánicos hasta ese momento, construyeron su oportunidad y 10 minutos después la zurda de Ivan Perisic devolvió la vida para que el partido se encendiera.
Se volvió de ida y vuelta, a pesar de que por instantes Francia quiso ser más precavido, similar al estilo con el que maniataron a Bélgica,
Pero se dio su tiempo para atacar y provocó un penal con una aparente mano de Perisic que decretó el silbante argentino, Néstor Pitana, sólo a través del VAR.
Tras el descanso Croacia intentó sacudirse la desventaja pero la respuesta fue el tener el pie francés sobre su cuello.
En contragolpe Les Bleus se regodearon y cazaron a los balcánicos.
Primero Paul Pogba con la zurda, al 59′, y después Kylian Mbappé, al 65′, destrozaron la historia de Cenicienta que pretendía construir la escuadra croata.
Y pudieron ser más. Croacia con la moral en el suelo y los galos con la inspiración a tope avisaron de una goleada más dolorosa aún con llegadas por el corredor derecho con Mbappé que sembró cuanto quiso a Ivan Strinic.
El ritmo del partido pintaba para el quinto al menos, pero el portero francés Hugo Lloris le entregó oxígeno al rival, al contagiarse ya cierta soberbia de campeón y concedió el balón para el toque de Mandzukic hacia la red.
Entonces Francia optó por cuidar la ventaja y los balcánicos con la apuesta por uno más que pusiera drama, pero no llegó ya.
El capítulo de fantasía croata tuvo su final, no tan feliz porque la alegría completa fue de Les Bleus y su baño de gloria.
Con información de Reforma