Agencias/Ciudad de México.- Hasta 89 agentes de migración y aduanas de Estados Unidos serán enviados a Guatemala para fines de agosto como parte de un acuerdo de dos años entre ambos países, para tratar de reducir los flujos migratorios hacia el norte, según un documento obtenido por Reuters.
El memorando de cooperación, firmado el 27 de mayo en Ciudad de Guatemala entre el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) y el Ministerio de Gobernación del país centroamericano, pretende incrementar la seguridad fronteriza, contrarrestar la trata y tráfico ilícito de personas, el tráfico de drogas y el comercio ilegal de armas.
En una primera fase del denominado “Plan de Mitigación de Migración Irregular”, el que puede ser prorrogable, serán desplegados hasta 49 efectivos de aduanas y protección fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) y de migración (ICE, por sus siglas en inglés).
La segunda fase, que arranca esta semana, considera incrementar hasta a 89 agentes de CBP e ICE hasta fines de agosto. Aquellos uniformados brindarán asesoría, investigación y tutorías a sus pares guatemaltecos para detención y operaciones contra las redes que trasladan ilegalmente a los migrantes.
Además, el documento precisa que cada país será responsable de los costos para la implementación del acuerdo.
El secretario Interino de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kevin McAleenan, quién firmó el memorando de cooperación por parte de Estados Unidos, regresará el miércoles a Guatemala para una segunda reunión sobre migración en la que participarán también los ministros de Seguridad de El Salvador y Honduras.
La charla se realizará en medio de discusiones entre autoridades guatemaltecas y estadounidenses para determinar si Guatemala puede ser considerado como un “tercer país seguro” para recibir a los miles de migrantes que el gobierno de Donald Trump pretende deportar.
A principios de junio, Estados Unidos y México acordaron reducir el flujo de migrantes que escapan de la pobreza y violencia en Centroamérica y, atravesando México, llegan al norte en busca de un mejor futuro.
Como parte del acuerdo, México se comprometió a reforzar su frontera con Guatemala enviando a miles de efectivos de su recién creada Guardia Nacional y a ampliar el programa Protocolos de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés), que permite a Estados Unidos enviar a suelo mexicano a solicitantes de asilo mientras esperan sus juicios migratorios.