Especial
Una racha de 37 días seguidos sin ciclones tropicales en el área del Atlántico se quebró el 5 de julio con la formación de Beryl. Poco después, sobre las cálidas aguas de la corriente del Golfo, apareció Chris, que en estos momentos se mueve a cientos de kilómetros de la costa oriental de Estados Unidos.
Beryl llegó a ser un huracán pigmeo bien lejos del Caribe (entre los más pequeños conocidos), con una presión central mínima de 994 hPa y vientos máximos de 130 km/h. Pero esa intensidad no la conservó por mucho tiempo. La intrusión de aire seco en su núcleo y fuertes vientos superiores causaron el debilitamiento del sistema meteorológico. Ahora sus remanentes se desplazan sobre La Española.
Chris pudiera alcanzar pronto la fase de huracán. De esa manera, julio registraría dos organismos ciclónicos con vientos sostenidos de más de 118 km/h, por primera vez desde la temporada de 2008, cuando las tormentas tropicales Bertha y Dolly se convirtieron igualmente en huracanes.
Según el especialista Brian McNoldy, desde el año 2011 no se observaban en julio dos ciclones nombrados al mismo tiempo. (Daniel Ernesto González/Cubadebate).