Agencias, Ciudad de México.- Gareth Bale anunció que se retira del fútbol a los 33 años, con lo que concluye la carrera de uno de los jugadores británicos más destacados de la historia, con cinco títulos de la Liga de Campeones y con el sueño coronado de representar a Gales en una Copa del Mundo.
Bale fue alguna vez el jugador más caro del planeta. En 2013 se incorporó al Real Madrid por 132 millones de dólares y, junto a Cristiano Ronaldo, conformó un ataque devastador, en el que mostró su capacidad de escapar a toda velocidad y conseguir goles brillantes con su zurda poderosa.
Fue campeón europeo con el Madrid en 2014, 16, 17, 19 y 21, antes de finalizar su carrera de clubes ayudando a que Los Angeles FC conquistara el cetro en la MLS.
Afectado por lesiones en los años recientes, terminó su carrera con la selección galesa, a la que representó en 111 partidos, un récord, con 41 goles, otra cifra sin precedentes.
Fue clave para que Gales se clasificara a la Copa del Mundo por primera vez en 64 años. Marcó en la fase de grupos del certamen en Qatar —un penal ante Estados Unidos.
Su último partido fue el del 29 de noviembre, una derrota por 3-0 ante Inglaterra.
Bale dijo que su decisión de retirarse del fútbol internacional era “por mucho la más difícil” de su carrera.
“Mi viaje en la escena internacional ha cambiado no sólo mi vida sino quién soy”, dijo Bale en un comunicado. “La fortuna de ser galés y ser seleccionado como jugador y capitán de Gales me ha dado algo que no puede compararse con otra cosa que haya yo experimentado”.
“Me siento honrado y humilde ante la capacidad de ocupar una parte en la historia de este país increíble y de sentir el apoyo y la pasión del muro rojo. Juntos hemos estado en lugares inesperados y asombrosos”.
Bale comenzó como lateral izquierdo del Southampton, se mudó al Tottenham en 2007 con un convenio por seis años y jugó otro año con los Spurs, en la campaña de 2020-21, cedido a préstamo por el Madrid.
Consiguió 53 tantos en la Liga Premier y 81 en La Liga española, donde consiguió tres cetros. También en España, conquistó una Copa del Rey, mientras que en Inglaterra obtuvo una Copa de la Liga.
Sólo un jugador, Paco Gento del Real Madrid, ha obtenido más títulos de Copa de Europa o Liga de Campeones que Bale.
“Avanzo con expectativas a la siguiente etapa de mi vida”, manifestó Bale. “Un tiempo de cambio y transición, una oportunidad de una nueva aventura”.
Situado en el lateral izquierdo, en sus primeras apariciones el galés destacó principalmente por su velocidad y por su excelente golpeo a balón parado. Estas virtudes no fueron ajenas a su combinado nacional, que le dio la alternativa con 16 años y 315 días. Eso le valió un récord de precocidad que sólo ha superado en su país Harry Wilson.
— Gareth Bale (@GarethBale11) January 9, 2023
Dadas las circunstancias, solo quedaba esperar para saber qué ‘grande’ de Inglaterra echaría las redes sobre él. Lo hizo el Tottenham, que apostó por él en 2007 para reforzar el costado zurdo de su retaguardia. Allí se ubicó en sus inicios, estando su primera campaña condicionada por una lesión. Con el tiempo, el técnico Harry Redknapp optó por adelantar su posición y convertirle en extremo.
Bale, poco aficionado a jugar en la zaga pese a su gran rendimiento, devolvió con creces esa muestra de confianza y dio un paso adelante también en lo futbolístico. La mejor demostración la ofreció en San Siro ante el Inter de Milán, en un partido que le exhibió definitivamente en el escaparate internacional.
Pocas veces un futbolista salió mejor parado de una derrota, la sufrida aquella noche por su equipo en la Liga de Campeones. Perdiendo por 4-0, Bale se puso al frente y se acabó llevando el balón a casa gracias a tres potentes disparos a la base del palo izquierdo de la portería de Julio César, dos de ellos tras cabalgadas memorables que incendiaron el césped y las piernas de un mito como Javier Zanetti.
No terminó ahí su progresión, pues siguió haciendo méritos hasta consolidarse como el líder de su equipo ya con el 11 a la espalda en lugar del 3, despojándose así de uno de sus últimos vestigios que arrastraba de su pasado como defensa.
Llegó el momento en el que el contexto le exigía mirar más allá del Tottenham y fue entonces cuando el Real Madrid le abrió las puertas a una nueva dimensión, desembolsando para ello unos 100 millones de euros.
Las molestias físicas condicionaron los inicios de su primera temporada en el club blanco, la 2013-2014. Pero entre finales de octubre y finales de noviembre encadenó una serie de buenos partidos ante rivales como Juventus o Sevilla que sirvieron para empezar a explicar el porqué de la inversión llevada a cabo.
Los que aún permanecían incrédulos a pesar de esos fogonazos, cambiaron de opinión a final de temporada. El primer golpe en la mesa lo dio el 16 de abril del año 2014, en Valencia. Ese día, en la final de la Copa del Rey contra el Barcelona, gastó toda la gasolina que le quedaba en el tanque en un esprint memorable contra Marc Bartra, corriendo incluso por fuera del campo, para darle el título a los suyos en los minutos definitivos.
Ese idilio del extremo con los partidos en los que había en juego títulos se repetiría el 24 de mayo en Lisboa, cuando marcó el segundo de los goles en la final de la Liga de Campeones que los blancos ganaron por 4-1 al Atlético de Madrid, la misma del tanto de Sergio Ramos en el minuto 93.
El año 2014 terminaría con una tercera diana en un momento decisivo, la que anotó ante el San Lorenzo de Almagro argentino en el triunfo por 2-0 que certificó la conquista del Mundial de Clubes en Marruecos.
Eran días de esplendor para él y sus dos compañeros habituales en el ataque, Karim Benzema y Cristiano Ronaldo. Juntos formaron la bautizada como delantera “BBC”, tridente que sostendría en el plano ofensivo los éxitos que aún estarían por llegar par el Real Madrid.
Fue el caso de la Liga de Campeones de la temporada 2015-2016, de nuevo ganando en el enfrentamiento definitivo al Atlético de Madrid, esa vez en los penaltis. También la levantada en la 2016-2017 contra el Juventus en su ciudad natal, golosina en lo individual tras una temporada en la que sus lesiones empezaron a ser recurrentes.
Su último servicio para el recuerdo, que agrandó aún más su leyenda en las finales, fue la preciosa chilena que regaló contra el Liverpool en Kiev y que valió el primero de sus dos goles en aquel choque ganado por 3-1. A partir de ese momento nada volvió a ser igual, con la excepción de su buen papel en el Mundial de Clubes de 2018, ‘hat-trick’ en semifinales contra el Kashima Antlers japonés incluido.
El paso por el Real Madrid se fue difuminando entre una nebulosa de lesiones, suplencias, imágenes jugando al golf, demostraciones de disconformidad e incluso una cesión al Tottenham en la que no pudo replicar lo mostrado años atrás. Finalmente salió de forma definitiva rumbo al Los Ángeles FC, en el que ha levantado dos trofeos como colofón a su carrera.
En ella, incluido su periodo crepuscular, nunca dejó de ‘tirar’ de la selección galesa. El fútbol internacional le recordará, pero más lo hará su país.
— Gareth Bale (@GarethBale11) January 9, 2023
Gales, cuando creía haber desaprovechado el esplendor en el verde de Ryan Giggs sin haber disputado por el camino ninguna competición internacional, encontró a su ‘sucesor’, que lo cambió todo.
“Después de una consideración cuidadosa y reflexiva, anuncio mi retiro inmediato del fútbol de clubes e internacional”, dijo Bale en Twitter.
“Me siento increíblemente afortunado de haber realizado mi sueño de jugar al deporte que amo. Realmente me ha dado algunos de los mejores momentos de mi vida”.
“Los mejores momentos durante 17 temporadas serán imposibles de repetir, independientemente de lo que me depare el próximo capítulo”.
Bale comenzó su carrera profesional en el Southampton, entonces equipo de la Championship inglesa, que le introdujo en el fútbol profesional a los 17 años, antes de fichar por el Tottenham Hotspur dos años más tarde.
Tras seis temporadas y casi 150 partidos en la Premier League de Inglaterra, Bale fue fichado por el Real Madrid por una cifra que, según los medios británicos, supuso el récord mundial de 100 millones de euros (107,45 millones de dólares).
En 2013-14, su primera temporada en España, ayudó al Real Madrid a conquistar su 10º trofeo de la Liga de Campeones, esperado por el club durante más de 10 años. Bale disputó 12 partidos y marcó seis goles en la campaña triunfal, incluido el de la victoria final por 4-1 sobre el Atlético de Madrid.
“Desde mi primer contacto con el Southampton hasta el último con el LAFC, y todo lo que hubo entre ellos, ha dado forma a una carrera en clubes de la que me siento inmensamente orgulloso y agradecido”, añadió Bale.
“Jugar y ser capitán de mi país 111 veces ha sido realmente un sueño hecho realidad”.
El jugador emitió un comunicado por separado para despedirse de los aficionados y el equipo galés, diciendo que su decisión de retirarse del fútbol internacional había sido “de lejos la más difícil de mi carrera”.
“La fortuna de ser galés y de ser seleccionado para jugar y capitanear a Gales me ha dado algo incomparable a cualquier otra cosa que haya experimentado”.
“Me siento honrado y humilde por haber podido formar parte de la historia de este increíble país, por haber sentido el apoyo y la pasión del muro rojo, y juntos (hemos) estado en lugares inesperados y asombrosos”.
“Compartí vestuario con chicos que se convirtieron en hermanos y personal de trastienda que se convirtió en familia”.
De la mano de Bale, Gales fue capaz de alcanzar las semifinales en la Eurocopa de 2016 y de jugar también la de 2020. Además, sus goles resultaron decisivos para que estuviera presente en la reciente Copa del Mundo de Catar. Una derrota por 0-3 en ese torneo ante Inglaterra fue su último partido.